Diagnostico formal
(Tomado de las hazañas del incomparable Mulá Nasrudín de Shah Idries, Paidós, 1976)
A veces Nasrudín trasladaba pasajeros en su bote. Un día unpedagogo exigente alquiló sus servicios para que lo trasportara hasta la orilla opuesta de un anchuroso río. Al comenzar el cruce, el pedagogo preguntó si el viaje sería muy movido.
-No pregúntemenada sobre esto, le contestó Nasrudín.
-¿Nunca aprendió usted gramática?
-No, dijo Nasrudín.
-En ese caso, ha desperdiciado la mitad de su vida.
El Mulá Nasrudín norespondió. Al rato se levantó una terrible tormenta y el precario bote empezó a llenarse de agua.
Nasrudín se inclinó hacia su acompañante y le dijo:
-¿Aprendió usted alguna vez a nadar?-No, contestó el pedante.
-En ese caso ha perdido toda su vida, pues nos estamos hundiendo.
Si de noche lloras por el sol, no verás las estrellas.
Continuidad de los parques
(De Julio Cortázar,publicado en Final de Juego, Editorial Sudamericana)
“Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a lafinca; se dejaba interesar lentamente por la trama; por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba haciael parque de los robles. Sentado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otravez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozabadel placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían...
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