Dialectica
CARLOS PÉREZ SOTO
Ediciones Clinamen
Carlos Pérez Soto es profesor de Estado en Física. Ejerce como docente en distintas universidades chilenas como la Universidad ARCIS y la Universidad de Chile. Su trabajo se centra en lo que él mismo denomina un marxismo-hegeliano, el cual sería fundamento para crear un marxismo de nuevo tipo. Hapublicado diversas obras, en las que trata no sólo de política sino también de epistemología, de filosofía y de historia de la danza. La presente obra es un artículo publicado en la revista digital Babel (http://www.revistababel.cl) Como el mismo autor señala, su contenido es de carácter CopyLeft, lo cual facilitaría su acceso a toda persona interesada en conocer sus planteamientos.
EdicionesClinamen 2009 Primera Edición de Clinamen, Agosto 2009 Obra editada en Santiago de Chile Ilustración de John Avon
1
I. Hegel como pretexto 1. Me interesa Adorno por su relación con Hegel, y me interesa Hegel por su relación con Marx. Este es un interés determinado, y ninguno de estos autores puede ser reducido a él. Desde luego la validez y el valor de la obra de Adorno va mucho más allá de suposible relación con Hegel. Como también la de Hegel excede muy ampliamente a su posible relación con Marx. Hay también una razón puramente externa que me hace indagar en las críticas que Adorno hace a Hegel: he comprobado una y otra vez que la mayoría de los intelectuales contemporáneos leen a Hegel a través de Adorno (o a través de Popper, o a través de Laclau, o a través de Zizek, o a travésde...). Con mucha frecuencia me he encontrado abiertamente intrigado por las afirmaciones que mis colegas hacen sobre ideas, circunstancias e incluso textos que se dice provendrían de Hegel. Desviaciones sistemáticas, que se repiten, que se asumen con un cierto tono triunfal de evidencia, o con esa actitud curiosamente prepotente que esconde el pero si todo el mundo lo sabe. Y me he preguntado, consincero asombro, cómo se habrá enterado todo el mundo de esas afirmaciones que mis lecturas porfiadas no logran encontrar en este autor aparentemente tan citado. En este mundo de lecturas indirectas, de alusiones de segunda o tercera mano, Adorno brilla con una respetable, y probablemente merecida, fama de oscura profundidad alemana. La afirmación triunfal lo dice Adorno, ha llegado a considerarsecasi probatoria cuando se habla... de Hegel. Constatar que este sagrado bastión intelectual de la izquierda pueda simplemente equivocarse, pueda leer mal, interpretar de
2
manera antojadiza, sacar conclusiones directamente contrarias al contenido de lo que dice haber leído, resulta sin duda una estimulante experiencia. Una experiencia que nos confirma algo tan repetido y tan poco practicado:no hay figuras sagradas en el mundo del pensamiento crítico. No me cabe ninguna duda de que el mismo Adorno se habría negado a ser puesto en tal posición. Lo estimulante de la experiencia no es descubrir las falencias de un gran pensador, porque es perfectamente imaginable que todo gran pensador las tenga. No, mi satisfacción es de una índole mucho menor, si se quiere más oscura e incluso mezquina:ver la cara de mis honorables colegas universitarios cuando explico las razones del caso y termino concluyendo de manera teatralmente enfática: Adorno, simplemente se equivoca. ¡Esas caras! ¡Oh!, improbable dios de la alegría. Esas caras son para mí una experiencia extraordinaria. Dos circunstancias de tipo puramente interno, sin embargo, pueden hacer que este interés por la relación Adorno-Hegelse justifique como indagación puramente intelectual. Una es la posibilidad de que el marxismo pueda encontrar una nueva vitalidad si se lo relaciona con la crítica a la Ilustración. Otra es la declaración del propio Adorno de que esta vitalidad puede ser buscada apelando a la Dialéctica. El lugar por excelencia en que Adorno ha intentado este camino es Dialéctica Negativa (1), escrita a través...
Regístrate para leer el documento completo.