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Spring & Fall 2009
Amor y pedagogía y La tía Tula
de Miguel de Unamuno como proyecto
común: La parodia de la alienación
racional
Ana Zapata-Calle
University of Missouri-Columbia
La lucha entre la razón y la fe es un pilar básico en la obra de
Miguel de Unamuno y de ella surge el análisis que aquí se propone.
En este ensayo se demostrará que Miguel de Unamuno escribió la
obrade Amor y pedagogía (1902) y La tía Tula (1920) como dos
partes de un proyecto común concebido de manera simultánea para
parodiar los dos sistemas científicos abstractos que dominaron las
ciencias del siglo XIX: las teorías científicas evolucionistas del
filósofo inglés Herbert Spencer y el idealismo alemán de Georg
Wilhelm Friedrich Hegel, entre otros. El evolucionismo se enfrenta en
esteproyecto unamuniano al idealismo transformado en ortodoxia
religiosa que en La tía Tula se verá personificada en la religiosidad de
la madre del propio Unamuno, según proponemos aquí, mientras que
en Amor y pedagogía veremos transformado al propio Herbert
Spencer en personaje. En estas dos novelas se presenta, con estos
personajes y sus formas de vivir y educar a sus hijos, la alegoría de
dos métodoscientíficos opuestos entre sí, cuya divergencia tanto
atormentaba al autor. Como resultado, ambas novelas tienen en
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A JOURNAL OF THE CÉFIRO GRADUATE STUDENT ORGANIZATION
común la sátira de la alienación racional hacia los dos modelos
científicos, el materialista y el idealista. El conflicto parte de la
imposibilidad de Unamuno de considerar estos dos polos como
excluyentes. Después de unadécada de intensos estudios del
positivismo de Spencer y del idealismo hegeliano, el Unamuno
filósofo quiso salvar partes de los dos acercamientos mediante una
propuesta algo ingenua, como juzga Roberta Johnson, para dar “una
explicación lógica de las nociones metafísicas, resolver el valor
positivo de las nociones suprasensibles y desarrollar su función
lógica” (36). Miguel de Unamuno no llegó apublicar el manuscrito
del que Johnson toma esta idea titulado “Filosofía lógica,” quizás por
ser consciente de su propia imposibilidad de encontrar una solución a
la dicotomía entre razón y fe en su esfuerzo por racionalizar los
conceptos metafísicos. Estos conflictos intelectuales de Unamuno que
surgen de la idea de admitir las dos vías de conocimiento, no solo se
producen a nivel académico eintelectual, sino que son vitales para él.
La fervorosa religiosidad que Miguel de Unamuno vive en sus años
de infancia y mocedad en su Bilbao natal, guiada espiritualmente por
su propia madre y el padre Lecanda, se verá truncada por las crisis de
fe que experimenta a partir de los años vividos en Madrid cursando
estudios universitarios. Su profundidad religiosa, por la que se había
sentido inclinadoincluso al sacerdocio, como recoge Luis Granjel
(38), le llevan a la desorientación existencial y a la más aguda de sus
crisis, la de 1897, al morir un hijo suyo tras una enfermedad
degenerativa para la cual ni la ciencia positiva ni la fe religiosa le
sirvieron para salvarlo. Años después, en 1912, Unamuno escribirá
una carta a Ortega y Gasset donde sigue expresando sus dificultades
pararacionalizar el idealismo de otro de los filósofos alemanes,
Herrmann Cohen, desde su espiritualidad:
Cohen, se lo repito a usted, no me entra: es un
saduceo que me deja helado . . . ese racionalismo o
idealismo a mí, espiritualista del modo más crudo,
mas católico en cuanto al deseo, todo eso me repugna
. . . y luego no puedo, no, no puedo con lo puro:
concepto puro, conocimiento puro, voluntad pura,
razónpura… tanta pureza me quita el aliento . . . Y
no sirve razonarme, ¡no, no, no! No me resigno a la
razón. (cit. en Johnson 92)
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Volume 9.1 & 9.2
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Al igual que el desorientado personaje del científico Avito Carrascal
de Amor y pedagogía se mete intertextualmente en Niebla (1914), una
novela en la que supuestamente este personaje no tendría que estar, y
aparece en ella...
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