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Claude Cahun o la desnaturalización del sexo
Cristina BALLESTÍN CUCALA
Universidad de Zaragoza

La década de los noventa asiste al renacer de la obra de Claude Cahun, escritora
y fotógrafa, que vivió y creó a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Su
participación en el debate político del movimiento surrealista le valió el reconocimiento
del líder del grupo y facilitó su recuperación, trasdécadas desaparecida de la historia de
la literatura y el arte. La independencia de la instancia creativa que junto a André Breton
defendió rige un proyecto vital y artístico coordinado por las relaciones entre la obra
fotográfica, actividad privada que se es hoy su faceta más distinguida, y la escrita,
todavía poco estudiada.
La autora es reconocida en la actualidad por su trabajo sobre laidentidad, por su
investigación sobre la movilidad de los límites trazados por las categorías de género,
como señala la investigadora K. Conley:
her fascinating and prolific self-portraits […] have earned her internacional recognition as
an important twentieth-century artist […] because of the ways in which they anticipate
contemporary investigations of sexuality probably best articulated by JudithButler
(Conley, 2004: 5).

Ante la especial incidencia del mundo académico y artístico, desde la última
década del siglo pasado principalmente, sobre la construcción de la identidad y su
dimensión múltiple, la propuesta creativa de Cahun, de carácter anticipador, se sitúa en
el centro de la polémica visibilizadora y reivindicativa. Señalaremos aquí, la aportación
de Cahun a la problematización actualseñalada en la línea de la teoría de la
performatividad de Judith Butler, por ese proyecto de desestabilización de las categorías
normativas de género y sexo1.
1

Recientemente la relación de Cahun con las teorías de Butler ha sido igualmente señalada por la
investigadora Katherine Conley, cf. Conley (2004).

M. Foucault afirmaba en su Historia de la sexualidad la multiplicidad de sexualidadesexistentes y el efecto inmediato que la creación de una norma, la heterosexualidad,
produce en todo aquello que se aleja de su dictado:
Las sexualidades múltiples […] forman el correlato de procedimientos precisos de poder.
No hay que imaginar que todas esas cosas hasta entonces toleradas llamaron la atención y
recibieron una calificación peyorativa cuando se quiso dar un papel regulador al único tipode sexualidad susceptible de reproducir la fuerza de trabajo y la forma de la familia. […]
Las perversiones son el producto real de interferencia de un tipo de poder sobre el cuerpo y
sus placeres. (Foucault, 1984: 62)

Butler, releyendo a Foucault, denuncia desde El género en disputa (1990) la
construcción dicotómica del pensamiento occidental apuntando un origen basado en los
intereses políticosque la economía heterosexual materializa. El hombre y la mujer, lo
masculino y lo femenino, en suma, el sexo y el género serían categorías establecidas por
un dispositivo de poder que margina a quienes no se ajustan a su definición2. El objetivo
de este estudio genealógico es revelar los intereses políticos que se perciben en el origen
de las construcciones identitarias, es decir, examinar ydenunciar la presencia del
falogocentrismo y la heterosexualidad obligatoria, instrumentos que, según Butler,
vigilan la reproducción del sistema, por lo que deben ser entendidos como regímenes de
discurso (Butler, 1993: 28-29). La profesora de Berkeley pretende mostrar cómo estas
relaciones de poder observadas en la conformación del género se encuentran igualmente
tras la categoría de sexo, por loque la dicotomía presentada entre ambos términos y
conceptos no sería sostenible. Sobre esta base proyecta su deconstrucción del sexo,
constructo cultural que siempre habría sido género3. El objetivo de su investigación es
abiertamente político: la visibilización de otros espacios, de otras prácticas sexuales que
cuestionan el discurso hegemónico.

2

La autora señala los problemas psicológicos...