Dialnet MuereteYVeras 3883890

ESTUDIO

El rasgo más destacado de esta comedia es el de su ubicación
cronológica en la primera guerra carlista (1833-1840), haciendo
coincidir el tiempo dramático (camparia bélica de Cataluria) con la
actualidad del momento del estreno (1837) y planteando un compromiso político con el liberalismo de Isabel II, frente a la opción
de Carlos María Isidro de Borbón (Carlos 'V, para suspartidarios).
Muérete ly verás! plantea -si bien de manera tópica- el problema del conocimiento del comportamiento humano. Se desarrolla sobre la idea básica del mundo como teatro, del fingimiento con
que el ser humano act ŭa y que vela la verdad en las relaciones:
trata, en suma, del engario y del desengario.
El título orienta hacia la idea de que para ver-conocer la verdad
es necesario que se produzca algoextraordinario que Ileve al desvelamiento de la verdadera índole de cada uno. Este planteamiento, tan caro al romanticismo, tiene, en realidad -como es bien sabido-, raíces barrocas (recuérdese, por ejemplo, La vida es sueño,
entre las grandes muestras de aquel teatro, donde se optaba por
dotar a la "realidad" de la alternativa del suerio, que permitía alcanzar el verdadero conocimiento); elromanticismo, por su parte,
propuso con mucha frecuencia como mundo alternativo el de la
muerte, y Bretón, al jugar en clave irónica -con su mucho de aprovechamiento y de parodia de este movimiento- opta por proponer
una muerte aparente para propiciar su planteamiento: la persona
a quien se creía muerta vuelve para observar los Ilamativos cambios que con respecto a él se han producido en su círculo dealle161

MIGUEL ÁNGEL MURO

gados: "No hay como morirse un hombre/ para ver cosas extrarias.", dice Pablo, el protagonista (III,12), idea que vuelve a repetirse en la sentencia que remata la comedia: Antonio. Para aprender a vivir.../E/ías. No hay cosa como morir.../Pab/o. Y resucitar
después."
Muérete, verás! está dividida en cuatro actos, cada uno de
los cuales está precedido -en la lectura- deun título irónico sobre
la materia que contiene (La despedida, La muerte, El entierro, La
resurrección); no se respetan en esta composición -frente a lo que
es usual en la poética de Bretón- ni la unidad de tiempo ni la de
lugar; además, y esto también es de una singularidad notoria, la ironía teatralizante con que Bretón compone su teatro es aquí mucho
menos acusada que en el resto de sus obras.Se establece esta comedia sobre dos ejes temáticos, el amoroso, que soporta la intriga, y en el que se produce el desengario por
la inconstancia del amor y la deslealtad de la amistad (aunque se
descubre, al mismo tiempo, el verdadero amor, que estaba oculto),
y el político, en el que se ataca la tibieza de algunos liberales y su
neutralidad política en la guerra carlista, que se entiende como
muypemiciosa para la "causa de la libertad".
El asunto político es aquel en el que Bretón ha puesto más
emperio y visceralidad (en un teatro que, desde luego, no se caracteriza por ella). El autor no deja lugar a duda sobre su adscripción
al liberalismo y dota a sus dos personajes principales positivos,
Pablo e Isabel, con los rasgos del patriotismo (liberalismo), enfrentándolos a D. Froilán,egoísta que representa el liberalismo de
fachada, no comprometido, que bien pudiera ocultar "miras interesadas", "ocultas influencias", "pasiones bastardas. Es revelador,
al respecto, observar cómo Bretón, en el ajuste de cuentas que se
efectŭa al final de la comedia, es capaz de disculpar (por boca de
1. De pasada, también se fustiga a aquellos que, en tiempo de guerra, practican un cómodo liberalismode retaguardia: Antonio. iEh!... Nosotros,/ aunque
somos holgazanes,/ [...) brindamos en la fonda/ por las patrias libertades." (1,1)

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MANUEL BRETON DE LOS HERREROS. Muérete, iy verás...!

su protagonista) la deslealtad de los afectos, mientras se complace
en fustigar a D. Froilán, al que, no sólo se le hace objeto de una
burla en la que queda de manifiesto su descarnado egoísmo, sino
que...