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las imágenes!
El conflicto
iconoclasta bizantino
I
María Magdalena Ziegler
Con toda seguridad, hacia la primera mitad del
siglo VIII de nuestra era, la comunidad cristiana del
Imperio bizantino, al mirar a su alrededor, no debió
estar a gusto con aquello que veía. Su mundo parecía venirse abajo sin remedio. El emperador León III
(c.680-741), exaltado por la idea de purificar la Iglesia,había emprendido una implacable campaña en
contra de las imágenes religiosas. En el año 730, el
emperador proclama, a través de un edicto, que las
imágenes religiosas empleadas por los cristianos no
eran más que ídolos, prohibidos ancestralmente en
las Sagradas Escrituras, específicamente en el libro
del Éxodo.1
Esta declaración traía consigo algo mucho más
Lo que se enseña con palabras al oído,
loenseña una imagen a los ojos.
Las imágenes son el catecismo
de los que no leen.
grave: la destrucción de las imágenes empleadas entonces. Siguiendo órdenes del emperador, los soldados irrumpieron en las iglesias y, en un acto de vandalismo sin precedentes para el mundo cristiano, hacían chocar la hoja de sus espadas contra los mosaicos,
San Juan Damasceno
las tablas y las imágenes de bulto quese interponían
en su camino.
Ante su imaginario desgarrado los fieles cristianos
reaccionaron con ardor y sus protestas ante las órdenes de León III no se hicieron esperar. Los disturbios
populares estaban al dictamen del día, no pocos de
1 / “No tengas otros dioses fuera de mí. No te hagas imagen alguna
de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas
debajo de la tierra.No te postres ante esos dioses, ni les des culto,
porque Yo, Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso.” (Éxodo 20 : 3-5)
cuadernos unimetanos 19 / junio 2009 / 47
Anónimo bizantino
Cristo en Majestad, siglo VII
Mosaico.
Basilica de Sant’Apollinare Nuovo,
Ravenna
los jerarcas de la Iglesia bizantina alzaron sus voces
de los emperadores romanos. Su autoridad en materia
ante lo que era considerado unatentado contra la
de fe pretendía ser ahora, pues, incuestionable.
propia religión. Germano I, para entonces Patriarca
Así, levantar la voz de protesta en contra de los
de Constantinopla, rechazó enérgicamente el edicto
designios condenatorios de las imágenes religiosas se
imperial contra las imágenes y fue depuesto por el
convertiría en un crimen de lesa majestad, además de
monarcaconsiderándole un traidor.
una afrenta de lesa religión. Los tiempos de las crue-
León III no estaba dispuesto a ceder un milímetro
les persecuciones romanas volvían súbitamente y pa-
en sus propósitos. Ni la clara oposición de los jerar-
recían tener toda la intención de imponer su voluntad.
cas, ni la protesta contundente de los monjes, ni el
No obstante, sería injusto afirmar que León IIIsacó de
descontento popular le harían retroceder. Pero, ¿cuál
su manga esta calamitosa controversia a partir de una
era el propósito real del emperador? ¿Qué perseguía
mera opinión personal llegada a su mente de manera
verdaderamente con despojar a la Cristiandad de una
sobrenatural. Después de todo, el culto a las imágenes
de sus costumbres más queridas y más antiguas?
religiosas ya formabaparte de la secular tradición en
¿Purificar la Iglesia? ¿De qué? ¿Por qué?
la cual él mismo había sido criado y educado.
Las respuestas a estas interrogantes no parecen
León III no puede ser calificado a priori. Todo lo que
estar en un solo plano. Al contrario, los argumentos
hizo y lo que fue secundado por sus contemporáneos
surgen de casi todas partes, convirtiendo esta situa-
y, luego,por quienes le sucedieron, estuvo perfecta-
ción en algo en extremo complejo. No consideramos
mente sustentado bajo argumentos y reflexiones teo-
que exponer una explicación desde un solo ángulo
lógicas de gran solidez.3 Incluso, puede decirse que
sea satisfactorio, pero en virtud de los limitados al-
recogió un descontento soterrado en contra de las imá-
cances de este estudio, habremos...
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