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SER CUERPO, SER DEL MUNDO.
CLAVES FENOMENOLÓGICAS DE UNA REDEFINICIÓN DE
LO PÚBLICO Y LO PRIVADO
José María Muñoz Terrón
Universidad de Almería, España
jmterron@ual.es
Caminantes: callad.
La hermosa actriz ha muerto,
Ay, de publicidad.
Entre fulgor y ruido,
Aquella desnudez
Extravió su sentido.
Era tan observadaPor los ojos de todos
Que se escondió en la nada.
Allí no habrá ya escena
Donde suene un fatal
Arrastre de cadena.
El bello cuerpo yace
Libre, por fin, a solas.
¡Uf!
Requiescat in pace.1
“De publicidad”, sentencia el poeta. “La hermosa actriz”, el mito de la
cinematografía, para cuya evocación bastan las iniciales del nombre por el
que la conociera el mundo entero, “ha muerto”, se lamentabaGuillén, “de
publicidad”. Curioso veredicto de justicia poética para una de las muertes
del siglo XX más envueltas en leyenda. ¿De verdad se puede “morir de publicidad”? ¿Cómo puede la deseada publicidad llegar a ser algo mortal? Con
1
Jorge Guillén, “Cuerpo a solas. Junto a la tumba de M. M.”, en Homenaje, Madrid, Club
Internacional del Libro, 1998, p. 568.
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Cuerpo y alteridad
su agobiante acoso,apunta el autor de Cántico, la publicidad habría empujado a la admirada estrella a querer escapar del mundo. “El bello cuerpo”,
sintiéndose preso de tantas miradas empeñadas en convertirlo en diosa y,
agobiado por no poder guardarse ni el más pequeño espacio propio, habría
buscado refugio fuera de toda apariencia, en un hipotético no-ser. Tal vez
ahí, debió de pensar, en un no-lugar, puedadescansar acaso, “por fin, a solas”, lejos del brillo cegador de “los ojos de todos”.
Si vivir, según la expresión latina que tanto gustaba citar a Hannah
Arendt, consiste en inter homines esse; si envejecer es, como dijera
Goethe, “retirarse progresivamente del mundo de las apariencias”; entonces, para des-aparecer del todo no cabría sino morir. Perturba pensar, por
eso, que huyendo de la presióninvasora de la publicidad sobre su vida, que
ansiaba hacerla por completo visible y transparente, M. M. creyera encontrar el remedio en el extremo opuesto: dejar de ser cuerpo para poder librarse, por un momento al menos, de las sofocantes exigencias del constante tener que aparecer. Encontrarse siempre en público no sería, efectivamente, propio de, ni soportable por, ningún ser humano; pero, de otraparte, también se deja de ser humano sin un cierto comparecer ante los
otros, que nos confirme en la existencia a quienes, como seres de apariencias, hemos sido traídos a este mundo de los apareceres. La visibilidad ante
los otros cuerpos, que son a su vez visibles para nuestros propios ojos, es
algo tan constitutivo de nuestra existencia mundana, carnal, como la necesidad de mantener un mínimoámbito personal propio, privado, desde el que
sentir y tomar, cada cual por sí, el pulso de la vida. Así entendidos, los versos citados serían una buena expresión de la tesis que se propone aquí, en
tanto que ofrecen pistas para una necesaria redefinición normativa de lo
público y lo privado, a la que se apunta en este trabajo a partir de una fenomenología de la existencia intercorporal mundana, en lalínea de M. Merleau-Ponty y Hannah Arendt2.
2
Estas ideas se encuentran más desarrolladas en José María Muñoz Terrón, Crítica
fenomenológica de la ausencia de la corporalidad en el concepto habermasiano de esfera
pública, Almería, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Almería, 2004.
José María Muñoz Terrón: Ser cuerpo, ser del mundo. Claves fenomenológicas…
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El argumento sedesarrolla en tres pasos. En primer lugar, se expone
(1) la correlación entre la condición corporal carnal y la de “ser del mundo”
(être-au-monde), o mundanidad. A continuación, se presentan (2) los rasgos que ligan a ese existir intercorporal mundano con el concepto normativo
del ámbito de lo público según Arendt. Para finalizar, se reitera (3) la importancia de la distinción público/privado,...
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