dialogo de la carreta hasta 136

Paco.- ¿Y usted no bebe?
Juanita.- No me gusta la cerveza
Luis.- ¿Cuánto tiempo hace que ustedes se conocen?
Paco.- Dos semanas, poco más o menos. ¿No es eso?
Juanita.- Nos hemos encontrao cuatro veseh con ehta. (Pausa, los hombres beben)
Luis.- La vieja tarda.
Juanita.- sí. (Pausa)
Luis.- Tengo que irme. (No se mueve)
Paco.- ¿De veras? (Mintiendo.) ¡Cuánto lo siento! (Pausa)
Luis.-(Levantándose) Bueno…
Paco.- (Levantándose) Bueno…
Juanita.- No te olvideh de la chaqueta. (Le quita el vaso de la mano)
Luis.- No necesito la chaqueta. NO voy por la calle. ¿Hah Vihto loh dominh?
Juanita.- No. Loh tendrah en tu cuarto.
Luis.- (sale izquierda)
Paco.- (con cómico desconcierto) ¿Va a invitarme a jugar domino?
Juanita.- No. Va a jugar con un vesino. Esa eh su única diversión.
Paco.- Parecepreocupado, ¿Verdad?
Juanita.- (Encogiéndose los hombros) Bruto que se ha puehto. Ya ni sabe tratar a la gente.
Paco.- ¡Bah! No tiene importancia. Todos tenemos nuestros días del malhumor.
Juanita.- ¿Malhumor? No, no eh eso. ¿Quiere mah cerveza?
Paco.- Tengo todavía.
Juanita.- ¡Ah, eh verda!
(Entra Luis por la izquierda con una caja de domino.)
Luis.- (A juanita) ¿Sabiah que ehtabah arreglando lacalle?
Paco.- Hombre, sí; note las perforadoras al entrar.
Luis.- son una maquinah ahtupendah, ¿verdad? ¿Le gusta el ruido de lah maquinah?
Paco.- Bueno… Supongo que uno se acostumbra…
Luis.- Suena mejor que la radio.
Paco.- (Riendo) Si, a veces.
Juanita.- ¿No tevah a llevar la tabla pa jugar al dominó?
Luis.- No. Juan tiene una. La prosima semana cambiare el radio por un “set” de televisión.Juanita.- ¿Y con que vah a pagarlo?
Luis.- Con mi trabajo. ¿Uhte tiene televisión?
Paco.- No…
Luis.- El radio no da pah eso. Loh Calderoh sí.
Juanita.- Bueno, ¿te vah a ir o no?
Luis.- Ehtoy en mi casa.
Juanita.- Por lo mihmo deberiah tener mah consideracioneh con lah visitah.
Luis.- Eh tu visita, no mia. (Encarandose con Paco) Uhte nasio en el pueblo, ¿verdad? En San Juan, a lo mejor. Uhte jabla fino ytiene cara de nene rico. Nojotroh somoh jibatoh. Venimoh de la montaña. Camiamoh mafafo. Pero aquí somoh tan buenoh como cualquiera. Y vivimoh bien. Y tenemoh radio. Y vamoh a tener televisión. Porque para eso yo lo gano.
Juanita.- ¿Pero te hah vuelto loco? ¿Qué le importa a ehte señor lo que tu comeh o lo que tu ganah?
Paco.- No importa. Dejelo. Él me ha lpreguntado algo. No, yo no naci en elpueblo. Naci en un campo de Morovis. El hablar fino, como usted dice, es un medio d ganarme la vida. Cada cual hace lo que puede.
Juanita.- Y eso de que aquí somoh tan buenoh como cualquiera eh un buen chiteh. ¡Ja! Se me parte el labieo riéndome. Con lah patah que nos dan a toah horah. Si, si, somoh igualeh. Solo que totirimundi vale aquie mah que nojotroh. Pero eso no te procupa. Te preocupan lohchavoh y lah maquinah. Anda, vete a ehperar el turno de tu trabajo. Vete a jugar domino. Pero mientrah juegueh ehtarah pensando en tuh maquinah. Y no podrah divertirte. Porque la maquinah te ehtan comiendo la via. Esah son tuh amigoh, y tu familia. Lah maquinah son tu mujer y tus hijos. ¡Vete, jartate de ellah, revienta! Pero dejanoh tranquiloh.
Luis.- ¿Qué te ha dao a ti con lah maquinh? ¿Quéjariamoh si no fuera por ellah, ah? Lah maquinah noh dan la via.
Juanita.- La via nh la da Dioh.
Luis.- No ehtoy hablando de Dioh. (Bruscamente, volviéndose a Paco) ¿Qué uhte cree?
Paco.- No se… Para mí las maquinas son solo un buen instrumento de trabajo. Pero, claro, hubo trabajo antes de haber maquinas.
Luis.- ¿Pero uhte sabe lo que eh una maquina? No, no sabe na. Una maquina eh una cosa tremenda.Eh como un milagro. Hay argo que no se acaba de entender en una máquina. Cualquier dia hace, argo que uno no ehperaba. Pero la gente cree que con conocer lah tuercah y loh tornilloh que tiene dentro ya saben lo que eh. Pero no saben, no saben na. Uno nunca acaba de conocerla. ¿Se fija por qué digo que eh una maravilla?
Paco.- Si… Parece que usted cree que una maquina tiene… vida y cerebro… alma...