Dialogo fe y cultura

El diálogo de la fe y la cultura

Alumno: Alejandro Sarmiento Zunzunegui
Asignatura: Didáctica de la Religión II
Curso: 3º Magisterio de Educación Física
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN
2. ¿QUÉ ES EVANGELIZAR?
3.1. LA IGLESIA EXISTE PARA EVANGELIZAR
3. LA ESCUELA, LUGAR DE EVANGELIZACIÓN
4.2. APORTACIÓN DE LA ERE A LA EVANGELIZACIÓN
4. DE LOS EXCESOS DE LA RAZÓNMODERNA
5. A LA CURA DE HUMILDAD POSTMODERNA
6. NARRAR HOY LA BUENA NOTICIA
7. INTERROGANTES DE LA CULTURA ALCUTAL AL ANUNCIO DEL EVANGELIO
8. EL NUEVO MARCO PARA LA ENSEÑANZA DEL SABER RELIGIOSO EN LA ESCUELA
9. CONTRIBUCIÓN DEL SABER RELIGIOSO A LA FORMACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA

* VALORACIÓN PERSONAL
* BIBLIOGRAFÍA

1. INTRODUCCIÓN

Conviene aclarar los términos queaparecen en el título de la misma, pues hemos de ser conscientes de algo que, de forma graciosa y con sus viñetas características, apuntaba hace ya un tiempo el humorista Mingote: “aquí todos decimos lo mismo pero sobreentendemos cosas distintas”. Cuando hablamos de la enseñanza religiosa escolar (ERE) hacemos referencia a “una presentación del Mensaje y el acontecimiento cristiano que hagaposible la síntesis entre la fe y la cultura”, lo cual significa que para realizarse esta síntesis ha de darse el diálogo entre ambas realidades. Respecto a la otra expresión: “diálogo fe-cultura”, nada mejor que las siguientes palabras de Juan Pablo II para indicar el contenido de la misma:
“Ha pasado ya, incluso en los países de antigua evangelización, la situación de una sociedad cristiana, lacual, aún con las múltiples debilidades humanas, se basaba explícitamente en los valores evangélicos. El cristianismo del tercer milenio debe responder cada vez mejor a esta exigencia de inculturación. Permaneciendo plenamente uno mismo, en total fidelidad al anuncio evangélico y a la tradición eclesial, llevará consigo también el rostro de tantas culturas y de tantos pueblos en que ha sido acogido yarraigado” (NMI, 40).
Con la unión de ambas expresiones procuramos hacer posible “el diálogo de la fe con las realidades culturales que viven y descubren los alumnos”. Esto significa que el profesor de religión no debe hacer una exposición ahistórica del Mensaje cristiano -como si la palabra de verdad que presenta fuese ajena a la búsqueda de luz por parte de la conciencia humana-, sino quehabrá de tener en cuenta los gozos, las esperanzas y preocupaciones de los alumnos a los que se dirige. Para ello será imprescindible el conocimiento de la cultura a la que pertenecen él y sus alumnos con el fin de dar cuenta no sólo de las sombras, sino también de las luces que le ayuden a presentar a Jesucristo como acontecimiento salvífico. Actuando de esta forma estará siendo fiel al principiofundamental de la economía cristiana: la encarnación del Hijo de Dios. El Hijo de Dios se hizo lo que nosotros somos, para que pudiéramos nosotros llegar a ser lo que Él es. Lo que esto debe implicar hoy para nosotros lo ha expresado bien el teólogo francés B. Sesboüé cuando afirma que “al hombre de hoy, no basta hablarle de Dios o de Cristo, hay que hablarle primero de él mismo. Es necesarioponerse a escucharle”.
Ya en sus comienzos, la misión cristiana procuró tender puentes con la cultura griega buscando puntos de anclaje que hicieran posible a sus oyentes la acogida del Evangelio. En este sentido, la actitud de Pablo en el Areópago, cuando hace referencia al Dios desconocido como posible punto de contacto para poder anunciar el mensaje cristiano, resulta ejemplar. El deseo de dar aconocer la nueva fe cristiana en un marco cultural diferente al de su origen judío le obliga a partir de un dato inscrito en la realidad creada, y del que participa dicha cultura: la apertura a la trascendencia. Es cierto que el anuncio cristiano, porque no se reduce a la sabiduría de este mundo, incluye para Pablo la confesión de Cristo resucitado, pero su aceptación exige la fe. Se pone así de...