dialogo

¿Negligencia o abandono?

Eran las siete de la mañana de un sábado cualquiera, todo transcurría con total normalidad desde las afueras del Hospital Universitario de Caracas. No dejaban de pasarmotos, uno que otro señor leyendo el periódico reposado sobre su carro, no había ningún tipo de alboroto, al menos no en los alrededores del hospital. Inclusive, llegaban ambulancias vacías, sin ningúntipo de emergencia.

Comienza un recorrido largo por los pisos del hospital.Una exposición de cuadros donados por artistas plásticos venezolanos adornaba la pared completa de uno de los pasillosdel piso diez; estos cuadros resaltaban entre las paredes pintadas en dos tonalidades de azul: azul claro arriba y azul oscuro abajo. Piso nueve, casi inmediatamente cualquiera se podía dar cuenta quese trataba del área de pediatría. Las paredes de los pasillos estaban adornadas con dibujos, recortes, calcomanías de muñecos y comiquitas, sollozos y gritos de niños se escuchaban en una que otrahabitación. Un niño como de nueve años tenía la mano enyesada y de su cuello caía una sonda con sangre. Más adelante otro niño de unos doce años tenía las dos manos enyesadas caminando y un niño reciénoperado era llevado en una camilla hasta su habitación.

Todos los pasillos de los pisos eran absolutamente iguales, las paredes pintadas de igual color: azul claro arriba, azul oscuro abajo. No habíaidentificación de las áreas. Las puertas estaban rotas y tenían un orificio circular del tamaño de un plato llano que jugaba el papel de ventana, pero en muchas habitaciones estas “ventanas” erantapadas con telas, periódicos o camisas de los pacientes. Las habitaciones se mantenían abiertas por el calor, cualquiera podía ver a los pacientes en sus respectivas camas, sentados o acostados,colchonetas en el suelo y ropa colgada o tirada. Ningún tipo de comodidad.


Se escuchaba a un hombre quejarse con otro.
Estar en emergencias es lo peor, no se lo recomiendo a nadie – le dijo mientras...