dialogos
RICK En América no dan más que un penique. Y creo que no valen más que eso.
ILSA No me importa pagar de más. ¿Qué piensas?
RICK Pues me preguntaba...
ILSA ¿Sí?
RICK Por qué tengo la suerte de que vinieras a mí, de haberte encontrado.
ILSA ¿Por qué no hay otro hombre en mi vida?
RICK Sí.
ILSA Es sencillo. Lo hubo. Y ha muerto.
RICK Lo siento.Olvidé que habíamos dicho “sin preguntas".
ILSA Bueno, hay una sola respuesta.
ILSA El mundo entero se derrumba y nosotros nos enamoramos.
RICK Sí. Es un mal momento, ¿verdad? ¿Qué hacías tú hace diez años?
ILSA ¿Hace diez años...? (piensa un segundo). .. Te lo diré. Me habían puesto un alambre en los dientes. ¿Qué hacías tú?
RICK Buscar trabajo.
ILSA Es curioso. Todavía sé tan pocosobre ti.
RICK Y yo tampoco sé mucho sobre ti. Tan solo que te arreglaron los dientes. (suelta una carcajada)
ILSA En serio, corres peligro. Debes abandonar París.
RICK No, no, no, no. Debemos.
ILSA (con seriedad) Sí, por supuesto...
RICK El tren para Marsella sale a las cinco. Pasaré a recogerte a tu hotel a las cuatro y media.
ILSA (apresuradamente) No. No en mi hotel. Tengo, tengocosas que hacer antes de ir a la estación. Nos veremos allí.
RICK Bueno. A las cinco menos cuarto.¿Y si nos casamos en Marsella? (suelta otra carcajada)
ILSA (en tono ambiguo) Eso está muy lejos todavía.
RICK Es cierto, demasiado lejos. Bueno, ¿y el conductor del tren? ¿No podría casarnos él?
ILSA ¡Oh, amor mío! (de repente Ilsa rompe a llorar)
RICK ¿Y por qué no? El capitán de un barcopuede. No sería justo que... eh, eh, ¿qué te ocurre, muñeca?
ILSA Nada... que te quiero mucho, y odio esta horrible guerra. En este loco mundo todo puede pasar. Si algo sucediera, si no, si algo viniera a separarnos, donde quiera que vayas, y donde yo me encuentre, quiero que sepas que... Bésame. Bésame como si fuera la última vez.
ILSA ¿Puedo contarte una historia, Rick?
RICK ¿Tiene unfinal feliz?
ILSA Aún no sé qué final tendrá.
RICK Tal vez se te ocurra mientras lo vas contando.
ILSA Una vez llegó una chica a París procedente de Oslo. Y en casa de unos amigos conoció a un hombre de quien había oído hablar toda su vida, un gran hombre idealista y valiente. El le abrió un mundo de nuevos conocimientos, de bellos y altos ideales. Todo lo que ella era, lo que sabía, se lo debíaa él. Ella le admiraba, le reverenciaba, sentía por él lo que suponía que era amor.
RICK Una preciosa historia. Aunque conocida, yo ya había oído muchas historias de ésas en mis tiempos. Y hasta con música de fondo, la de un piano que tocaban abajo en el salon. “Conocí a un hombre siendo casi una niña”, así empezaban todas. Ya. La verdad es que ninguna de esas historias era divertida. Dime,¿por quién me dejaste plantado? ¿Fue por Laszlo o por algún otro entre medias? ¿O acaso eres de las discretas?
RICK Bien, ¿por qué viniste? ¿Para explicarme por qué me dejaste plantado en la estación?
ILSA Sí.
RICK Bien, explícamelo. Ahora estoy razonablemente sobrio.
ILSA No lo creo necesario.
RICK ¿Por qué no? Al fin y al cabo me dejaste plantado con un billete de más. Creo que merezcouna explicación.
ILSA Anoche comprendí que habías cambiado. Se lo habría dicho al Rick que conocí en París, y él lo habría entendido. Pero el que me miraba con tanto odio... en fin, pronto me iré y nunca más volveremos a vernos. No nos conocíamos cuando nos amábamos en París. Si no nos vemos más, recordaremos aquellos días y no este lugar, ni lo de anoche.
RICK ¿Acaso tuviste miedo a enfrentartecon la vida que yo podía ofrecerte, huyendo de la Policía, huyendo, huyendo siempre?
ILSA Si lo prefieres puedes creer eso.
RICK Bueno, ya no tengo que huir más, me he establecido. Sobre un tugurio, es cierto... pero si quieres venir, te estaré esperando.
RICK Es igual, algún día mentirás a Laszlo... y volverás.
ILSA No, Rick. Porque Víctor Laszlo es mi marido... y lo era ya cuando...
Regístrate para leer el documento completo.