Diario de fibromialgia
Estando sentada en el sofá de mi salón, donde paso la mayor parte de mis tardes tras diagnosticarme la enfermedad, mi hija, de veintiocho años, habla sobre todos los preparativos de su boda que aún le faltan por organizar. A su lado, en el otro sillón se encuentra su novio. Ambos se miran con complicidad y riéndose. Es en este preciso momento, es cuando me doy cuenta de quemi matrimonio no es el mismo, de que hace mucho tiempo que no nos miramos como ellos dos se miran, de que no nos cogemos de las manos, que no tenemos ilusión, y todo por culpa de mi nueva amiga, que me acompaña noche y día y que no deja me deja vivir con normalidad. Todo esto me provoca una gran añoranza y tristeza, me quedo pensativa y miro a mi hija.
Mi amiga se llama fibromialgia, estaenfermedad se me diagnosticó hace un par de años, después de un ir y venir de médicos y pruebas, por fin dieron en el clavo. Para mí esta enfermedad era desconocida, solo sabía que me dolía todo el cuerpo y que por mucho que descansara siempre estaba de malhumor.
Por ella todo ha cambiado en mi vida, sobre todo en la matrimonial, bueno mejor dicho y siendo sinceros en nuestra vida sexual,también a él, a mi pareja, le ha cambiado. Por culpa de mi mal humor y que siempre tengo algún dolor, no tenemos una vida sexual satisfactoria.
Al principio, todos mis sentimientos eran negativos, todo me parecía mal, me miraba el espejo y no me gustaba lo que veía, no me gustaba que él me viese, me sentía como deforme, y por supuesto nada de tocarme, ni rozarme. Incluso llegamos a dormir enhabitaciones separadas ya que no podíamos dormir en la misma cama, lo mismo tenía calor que frío, dormía o tenía insomnio. Todo esto acompañado por supuesto de una gran tristeza y desilusión, y por qué no decirlo, incomprensión.
Todas esta emociones negativas favorecieron el surgimiento de conflictos y recriminaciones entorno a la relación y no sólo por lo que se refiere a la sexualidad, sino,más exactamente, a la relación de pareja. Como consecuencia de dichas tensiones y disputas, nos dimos cuenta de que ambos teníamos que poner de nuestra parte. Él, entendió mejor mi problema gracias a la ayuda de un profesional, y por otro lado, yo también empecé a notar la mejoría con la medicación. El tratamiento que me estaba tomando empezó a hacer efecto, y por supuesto el apoyo psicológico quese me brindó me ayudó mucho.
Volvimos a compartir la cama, pero a mí se me olvido que él tenía necesidades, es normal, es un ser humano, necesita follar, me decía a mi misma noche tras noche, pero yo no tenia ganas, no me apetecía, no tenia deseo. Mi apetito sexual ¿había desaparecido? me hice esa pregunta delante del espejo. Entonces fue cuando me obligué.
Entré en el dormitorio, yél estaba tumbado en la cama, leyendo una novela de vaqueros, le quité el libro y cogiendo su mano derecha, la llevé hacia mi seno izquierdo. Intentaba por todos los medios, transmitirle ese deseo tan añorado. El me miró sorprendido, o más bien confuso. Llevábamos como cuatro meses sin tener ningún tipo de roce ni acercamiento. Apartó la mano de mi pecho, y yo volví a cogerla, pero esta vez lacoloque un poco más abajo. El, de nuevo me miro. En esta ocasión, fijó sus ojos en los míos, me lo estaba preguntando con la mirada, no se atrevía a decirlo en voz alta, tenia pánico, estaba temblando. Comenzó a masturbarme, mi cuerpo no se estremecía, era como un témpano de hielo. De repente, él se puso encima de mi, intentaba penetrar su pene en mi vagina pero no pudo, todos mis músculos estabancontraídos, lo intentaba de nuevo, esta vez con más fuerza. Me duele, le susurré al oído y, en ese momento cesó. Se quedó encima de la cama, desnudo, sin hablar, pidiéndome perdón con la mirada, me había echo daño. Yo me levanté de la cama, dolorida, nuca había sentido un dolor tan fuerte en mi interior, no sólo era fisiológico sino también espiritual. Antes, cuando me masturbaba, lubricaba muy...
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