Diatribas de locos en una ciudad de papel

Diatribas de locos
en una ciudad de papel

Por Diego Cazar Baquero

Con la literatura, con el retorno de la exégesis y la preocupación por la formalización, con la constitución de una filología, en breve, con la reaparición del lenguaje en un aumento múltiple, puede borrarse de ahora en adelante el pensamiento clásico. (Michel Foucault)

Para mí el surrealismo nunca fue otra cosa que unanueva suerte de magia. La imaginación, el sueño, toda esa intensa liberación del inconsciente cuyo objetivo es hacer aflorar a la superficie del alma lo que esta tiene la costumbre de mantener oculto, necesariamente debe introducir profundas transformaciones en la escala de las apariencias, en el valor de significación y el simbolismo de lo creado. (Antonin Artaud)

Debo repetir aún lo que yadije otra vez: MI LITERATURA podrá ser mala, amorfa, inútil, hueca, jactanciosa, pedante… Sí. Pero no podrá parecerse a las demás LITERATURAS. Es mía EN MÍ, como afirmó Rubén Darío de la suya. No me preocupa ser inferior a Juan de los Palotes. Pero “YO” quiero ser “YO”. No ser igual. ¡Ser diferente!... (J. J. Soiza Reilly)

En 1914, un periodista y escritor uruguayo-argentino casi anónimo dentrodel panorama de la literatura latinoamericana publicó una novela que, lejos de convertirse en un hito de la narrativa del siglo XX, pasó prácticamente desapercibida en el mundo de la crítica y en los círculos editoriales. Se trata de La ciudad de los locos, aventuras de Tartarín Moreira, de Juan José Soiza Reilly.

Esta es una novela corta que surge como un cuerpo extraño en medio de lasfervientes luchas por posicionar en el público textos de carácter nacional, ideas épicas y glorias patrióticas que afiancen la construcción de la nación argentina, dos años antes de la celebración del Centenario de su independencia declarada de España, ocurrida el 9 de julio de 1816. Esta es una apuesta por el humor y el absurdo que sirve de pretexto para condenar prácticas del discurso oficial demodernidad que empezaban a insertarse en la Buenos Aires de la época. Entre ellas, precisamente las del discurso de la psiquiatría clásica, y por medio de este, condenar también las prácticas emblemáticas del modelo capitalista industrial europeo.

Todos los territorios de la América Latina de principios del siglo XX se hallaban en pleno proceso de consolidación de sus estados nación y vivían convehemencia la irrupción del modernismo proveniente de Europa, mientras se celebraban los distintos centenarios. Al mismo tiempo, el discurso psiquiátrico europeo estaba siendo incorporado en las políticas médicas de la época en toda la región y era parte de los procesos de inserción en la modernidad que impulsaban los gobiernos de cada país por aquellos años. Basta destacar que la aparición de Laciudad de los locos coincide con una etapa crucial en la historia de la psiquiatría argentina pues es durante estos años que se registra el traslado de una psiquiatría manicomial, en la que el encierro y el aplacamiento superficial de los síntomas de la enfermedad mental son las medidas aplicadas por antonomasia, a un tratamiento más enfocado a contemplar la libertad como elemento terapéutico. Unode los principales ejemplos del hecho es que el 11 de agosto de 1901, con 109 camas, se inauguró oficialmente la Colonia Nacional de Alienados en Luján, dirigida por el médico Domingo Cabred, la cual funcionó hasta 1918 como una inmensa granja agrícola con 535 hectáreas de terreno, villas de estilo arquitectónico suizo y recurso humano suficiente para atender personalizadamente a los internos, aquienes incorporó en la ejecución de las obras desempeñando los oficios que supieran y quisieran hacer; hubo albañiles, herreros, carpinteros y demás, atendidos terapéuticamente bajo el sistema Open Door. (Falcone, p. 10). De todas maneras, la aparición de esta colonia no es señal de que las prácticas de encierro se hayan superado. Desde 1916, cuando Cabred dejó la administración del centro,...