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El caso que a continuación se presenta corresponde a un alumno de 5º nivel de Educación Primaria al que llamaremos Miguel. Nos gustaría destacar que los nombres que a continuación se ofrecen son ficticios en nuestro intento por mantener el anonimato de los docentes y de los discentes. Este niño es discapacitado psíquico asociado al retraso mental leve y se le ha aplicado una A.C.I. significativa.Según la legislación educativa, a saber, la Ley Orgánica de Educación 2/2006, de 3 de mayo, y la Ley de Educación en Andalucía 17/2007, de 10 de diciembre, el retraso mental leve es una de los casos admitidos para llevar a cabo dicha adaptación curricular.

Este alumno no fue diagnosticado hasta hace 2 años, en 3º de Educación Primaria, pese a ser evidente en los años anteriores que presentabaciertas dificultades para la expresión y el aprendizaje. Este año, al entrar en el tercer ciclo, se ha realizado una adaptación curricular individualizada nueva. Miguel presenta muchas dificultades en lectura y escritura y además presenta gran inmadurez. Su C.I. es de 57.

Tras más de dos años de trabajo con la profesora de Pedagogía Terapéutica del centro, ésta nos ha comentado que el alumnocada vez tiene más dificultades y le cuesta más aprender. La docente de Pedagogía Terapéutica o Educación Especial trabaja con él los 5 días de la semana junto con otra niña de 6º que posee una adaptación curricular no significativa, debido al cambio legislativo que hemos sufrido en los últimos años con respecto a la Atención a la Diversidad. Como se ha mencionado antes, es a lo largo de estas 5horas con la docente de PT en las horas que Miguel trabaja en el centro, junto a la clase de Educación Física que tanto le gusta e incluso en algunas de música y religión. En el resto de clases, Miguel es como un mueble más, relegado a una esquina, solo y sin ningún apoyo ni de sus compañeros ni del tutor – docente.

El docente le hace entrega a Miguel de las fichas que la profesora de PT hapreparado para él, pero sin explicarle qué debe o no debe hacer en ellas ni responder sus dudas o preguntas. Para este docente con entregarle el material fotocopiable es suficiente y no es su tarea hacer nada más.

Su tutor explica para el resto de la clase, haciendo caso omiso de Miguel, puesto que su filosofía de trabajo es que “para trabajar con este tipo de alumnados está el profesor o laprofesora de Educación Especial; él tiene una clase y una materia que dar y no puede paralizarla por un niño con retraso mental”. De este modo, durante las clases, principalmente de matemáticas y lengua (si Miguel está en la clase y no en el aula de la docente de PT), se queda sentado en su mesa, intentando entender qué explica su “profe”, como le llama él, pero al no entender lo que dice, y después deun rato escuchando, se siente frustrado y se aburre, por lo que produce ciertos problemas disruptivos en el aula: grita, canta, tira bolitas de papel a sus compañeros…. Y todo por llamar la atención del docente y de sus compañeros, porque su mayor deseo es sentirse parte integrante de ese grupo que es el 5º nivel de la Educación Primaria. Y según su manera de pensar tiene éxito, porque ve quemientras él canta, se pone de pie, baila, o tira bolitas de papel y grita, sus compañeros se vuelven hacia él y comienzan a reírse. Pero lo que no logra a entender es que lejos de aceptarlo como un compañero más, lo que hacen es reírse de él y tratarlo como el “bufón” de la clase. Aunque el profesor se enfade y lo castigue, Miguel está contento, porque por un rato ha compartido un momento agradable conel resto de compañeros y compañeras de la clase. En otras ocasiones, el profesor en vez de castigarlo, lo lleva a la clase de de 1º donde, en ocasiones, Miguel se siente más cómodo que en su propia clase, porque la docente le presta mucha más atención, le ayuda a hacer las fichas y los niños y niñas de esa clase hablan con él y le tratan como a uno más. Allí Miguel se siente feliz, al igual que...