Dictadura 1976 y menemismo

La dictadura que tuvo lugar en Argentina entre 1976 y 1983 fue sustentada por un objetivo claro: refundar la sociedad en materia económica, social y política, y lograr imponer un nuevo proyecto dominante. La estrategia para implementar este nuevo proyecto se constituyó en función de una crisis planificada, que permitiera la marginación de algunos sectores sociales y el predominio de otros. Deesta forma, la dictadura procuró sustituir la doctrina de seguridad basada en la represión de los movimientos de protesta del proletariado por otra basada en el aniquilamiento popular y la crisis económica generalizada.
La política del gobierno militar se desarrolló así a partir de tres ejes básicos. En primer lugar, se procuró reconstruir las condiciones de dominación social a través deldisciplinamiento de la clase trabajadora y de la desarticulación total del movimiento obrero. En segundo lugar, el gobierno de facto redefinió el rol del Estado, subordinando su papel al nuevo proceso de acumulación dominante y dejando de lado toda política de redistribución de ingresos en beneficio de las clases populares. De esta forma, el Estado recortó de forma drástica el presupuesto destinado albienestar social, disminuyendo dramáticamente los subsidios en materia de salud y educación: “han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo por el terror”3. Por último, el gobierno militar también buscó la reestructuraciónsocial y productiva, que en los últimos tiempos estaba dado por el proyecto sostenido de industrialización sustitutiva y que este gobierno dictatorial se encargaría de modificar redefiniendo el tipo de industrialización. Para lograr aplicar el nuevo modelo aperturista, se buscó lograr el disciplinamiento político e institucional de la clase obrera. Se aplicaron medidas como disolver la CGT, intervenirlos sindicatos, suspender toda actividad gremial y el derecho a huelga buscando lograr un aumento en la productividad a partir de una explotación inhumana de la fuerza de trabajo, con medidas como la prolongación de la jornada laboral, el desinterés por las condiciones de trabajo y la aplicación de mecanismos disciplinadores de la mano de obra. En este sentido, el disciplinamiento de la claseobrera impulsado por el gobierno de facto fue acompañado por los sectores empresariales. Las políticas represivas del gobierno militar en pos de sus objetivos económicos son descriptas a la perfección por Rodolfo Walsh en su “Carta abierta a la junta militar”: “congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva,prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% (…), han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificado de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.”4
En materiaeconómica, las alteraciones producidas por la dictadura militar fueron dramáticas y profundas. “En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”3. A lo largo de este gobierno se produjo una masiva redistribución del ingreso desde los sectores asalariados hacialos no asalariados, a partir de una drástica caída del salario real, el deterioro de las condiciones de trabajo y el aumento de las jornadas laborales: “en un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de seis a dieciocho horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar...