Didactica
Páginas: 19 (4728 palabras)
Publicado: 7 de octubre de 2010
La Educación (del latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") puede definirse como: * El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes....
La escuela que aprende forma partede una nueva colección de libros dedicados principalmente a tratar los asuntos cotidianos de la escuela, del profesorado y de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En los cinco capítulos que lo componen se analiza la escuela como institución y como espacio social en el que no solamente se enseña, sino que se constituye en un ámbito privilegiado parahacer de los procesos educativos algo más intencionado.
El autor, experto en temas tales como la organización escolar, la evaluación educativa y la formación de profesores, nos plantea en este libro una idea dinámica de la escuela comprometida con los sujetos que asisten cotidianamente a ella, idea que se perfila desde sus obras anteriores: Hacer visible locotidiano (1990), Entre bastidores, el lado oculto de la organización escolar (1994) y, Yo te educo, tú me educas (1999).
A lo largo de esta obra aparecen citas provocadoras y reflexivas acerca de lo que representa la escuela como espacio educativo y como institución capaz de aprender de sí misma y de los demás. En este contexto, podemos resaltar frases como lassiguientes: “La escuela tiene que aprender para saber y para saber enseñar, para saber a quién enseña y dónde lo hace. Esta exigencia no depende solamente de la voluntad de cada uno de sus integrantes, sino que exige unas estructuras que la hagan viable, una dinámica que transforme los aprendizajes teóricos en intervenciones eficaces” (pág. 13).
“Algunosdocentes, cuando oyen hablar de investigación, piensan en complejas metodologías y en intrincadas fórmulas estadísticas. Es a mi juicio, un error. Cuando un profesor se pregunta sinceramente por alguna cuestión y comienza a buscar evidencias rigurosas que den respuesta a esa pregunta, está investigando” (pág. 19).
“Cuando se pide a la escuela que prepare apersonas que sean creativas, críticas, libres, participativas, solidarias…, se está expresando un deseo que tiene una concreción compleja y ambigua. ¿Qué es una persona crítica?, ¿cómo actúa una persona creativa?, ¿cómo se puede saber si una persona ha conseguido ser libre?” (pág. 39).
“Si las personas que deciden dedicarse a la enseñanza no tienen una formacióninicial adecuada (en tiempo, currículum y exigencia), es inevitable una práctica posterior depauperada” (pág. 99).
“La escuela tiene que aprender. La escuela desea aprender y supongamos que, incluso lo intenta. Pero, ¿cómo saber si lo consigue? Es necesario un proceso de análisis que facilite la comprensión y que, a través de ella, conduzca a mejorarla”(pág. 114).
“Se evalúa para mejorar, no solamente por el hecho de evaluar. Si los profesores rechazan el proceso, si están a la defensiva, si artificializan el comportamiento, si se niegan a la evidencia, la evaluación resultará un tiempo perdido” (pág. 118).
El texto no requiere realmente de ningún tipo de recomendaciónpara ser leído, sus solas citas nos trasladan a la idea de que el libro tiene suficientes recursos propios para presentarse y recomendarse a sí mismo como un recurso reflexivo valioso y provocativo.
Santos Guerra, M. A., La escuela que aprende, Morata, Madrid, 2000, 128 pp.
Las funciones sociales de la educación
Toda institución social cumple la...
La escuela que aprende forma partede una nueva colección de libros dedicados principalmente a tratar los asuntos cotidianos de la escuela, del profesorado y de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En los cinco capítulos que lo componen se analiza la escuela como institución y como espacio social en el que no solamente se enseña, sino que se constituye en un ámbito privilegiado parahacer de los procesos educativos algo más intencionado.
El autor, experto en temas tales como la organización escolar, la evaluación educativa y la formación de profesores, nos plantea en este libro una idea dinámica de la escuela comprometida con los sujetos que asisten cotidianamente a ella, idea que se perfila desde sus obras anteriores: Hacer visible locotidiano (1990), Entre bastidores, el lado oculto de la organización escolar (1994) y, Yo te educo, tú me educas (1999).
A lo largo de esta obra aparecen citas provocadoras y reflexivas acerca de lo que representa la escuela como espacio educativo y como institución capaz de aprender de sí misma y de los demás. En este contexto, podemos resaltar frases como lassiguientes: “La escuela tiene que aprender para saber y para saber enseñar, para saber a quién enseña y dónde lo hace. Esta exigencia no depende solamente de la voluntad de cada uno de sus integrantes, sino que exige unas estructuras que la hagan viable, una dinámica que transforme los aprendizajes teóricos en intervenciones eficaces” (pág. 13).
“Algunosdocentes, cuando oyen hablar de investigación, piensan en complejas metodologías y en intrincadas fórmulas estadísticas. Es a mi juicio, un error. Cuando un profesor se pregunta sinceramente por alguna cuestión y comienza a buscar evidencias rigurosas que den respuesta a esa pregunta, está investigando” (pág. 19).
“Cuando se pide a la escuela que prepare apersonas que sean creativas, críticas, libres, participativas, solidarias…, se está expresando un deseo que tiene una concreción compleja y ambigua. ¿Qué es una persona crítica?, ¿cómo actúa una persona creativa?, ¿cómo se puede saber si una persona ha conseguido ser libre?” (pág. 39).
“Si las personas que deciden dedicarse a la enseñanza no tienen una formacióninicial adecuada (en tiempo, currículum y exigencia), es inevitable una práctica posterior depauperada” (pág. 99).
“La escuela tiene que aprender. La escuela desea aprender y supongamos que, incluso lo intenta. Pero, ¿cómo saber si lo consigue? Es necesario un proceso de análisis que facilite la comprensión y que, a través de ella, conduzca a mejorarla”(pág. 114).
“Se evalúa para mejorar, no solamente por el hecho de evaluar. Si los profesores rechazan el proceso, si están a la defensiva, si artificializan el comportamiento, si se niegan a la evidencia, la evaluación resultará un tiempo perdido” (pág. 118).
El texto no requiere realmente de ningún tipo de recomendaciónpara ser leído, sus solas citas nos trasladan a la idea de que el libro tiene suficientes recursos propios para presentarse y recomendarse a sí mismo como un recurso reflexivo valioso y provocativo.
Santos Guerra, M. A., La escuela que aprende, Morata, Madrid, 2000, 128 pp.
Las funciones sociales de la educación
Toda institución social cumple la...
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