Diecisiete Tazas De Caf 1
Páginas: 18 (4464 palabras)
Publicado: 12 de abril de 2015
CAPITULO 1
Las tardes de esa semana se habían vuelto oscuras antes del tiempo por el clima que
dominaba esa época de la estación. Las lluvias son intensas cuando se presentan por las
noches, y el sol es poco probable de ver por las mañanas. Pero no se quejaba, a ella le
encanta este tipo de climas, por ello ha decidido pasar sus vacaciones de verano en casa
de sus abuelos, aunque no era la únicaexcusa.
Recargada del muro del Cyber-café, bajo una sobrilla transparente, se encuentra en
su espera con los cabellos castaños ya desordenados y la ropa un poco húmeda por el
clima. Ya está acostumbrada a esperar a las personas por más de media hora. Siempre le
suele suceder con amigas, primos y hasta profesores impuntuales.
Tenía intensiones de entrar al interior del Cyber-café para obtener unpoco de calor,
ya que fuera hace mucho frio, pero es imposible. El café tiene pocos días de haber abierto
sus puertas al público. Su inauguración fue el pasado viernes, y desde ese día se ha vuelto
muy popular. Es por ello que para esta cita se ha escogido este lugar. Le han dicho que es
bueno; se lo recomendaban muchos. Y si era posible quedarse más noche podría disfrutar
la música en vivo que seda. Era un buen lugar para pasar el rato con amigos, primos,
pareja, etc. De por sí, ella adora estos tipos de lugares (con buen ambiente, relajados,
olores ni penetrantes ni dulces, uno pasajero y único “Café” y además pacifico), sin duda
alguna de sus lugares preferidos.
Su celular suena, un tono muy bajo. Tenía que mandarlo arreglar o comprar uno
nuevo. Pero, ¿con que dinero podría hacer eso sino quiere hacer gastar a sus padres? Por
ello lleva el mismo celular desde tercero de secundaria. Con este ya se cumplirán cuatro
años. De igual caso, prefiere guardarse el dinero para comprarse un nuevo libro o disco, o
lograr reunir dinero para ir a un concierto futuro. Aun que no sabe de qué grupo.
Usualmente el dinero se lo gasta con comida en vez de accesorios o prendas para ella, más
daigual, al final su madre suele comprarle ese tipo de cosas, como para este verano le ha
comprado un pequeño guarda ropa, que podría ser que le haya costado mucho.
Tiene un mensaje de “él”: <
—Lo ha vuelto a hacer. — murmura en un suspiro que al final le importa poco.
Mira el reloj. Seis ymedia de la tarde. Bueno, no ha demorado tanto como la anterior
vez. Se mira en el reflejo que le aporta el cristal del café. Se acomoda sus cabellos castaños
peinándolos con sus dedos y arregla sus ropas. Lleva puesto una sudadera beish debajo de
un largo blusón sin mangas color guinda; además de unos mañones café oscuro y sus
botas favoritas que se ha comprado la vez que ha viajado hasta lacasa de sus primos.
Botas de un material en el cual no se daña con el agua. Perfecto para el lugar donde ahora
se encuentra. Y lo mejor de todo llevan su color favorito: café; de los diferentes tipos de
color café que existen.
Deja de mirar su reflejo y mira al interior del café, ha visto de reojo que alguien le
había señalado. Avergonzada por quien lo hizo se da media vuelta con un leve sonrojo. Hasido uno de los meseros, muy joven. Pero no ha logrado verle muy bien las facciones, de
hecho, ni siquiera puede recordar el tipo de uniforme que lleva puesto. Avergonzada se
esconde por debajo de su blusón, ocultando el rostro, para evitar que alguien logre notar
su sonrojo. Aquello había sido penoso. ¿Quién sabe si alguien más le haya visto mientras
se miraba ella misma en el reflejoacomodándose el pelo y la ropa? Creé que al final será
mejor cambiar de lugar para pasar el rato con su pareja.
Nuevamente vuelve a mirar la hora en su celular. Seis con cuarenta y nueve minutos.
Aun así, no podía irse de ese lugar, tendrá que esperarlo de todas formas, ya que él lleva el
transporte que la llevara a casa sin tener que explicarles mucho a sus abuelos. Cosa que al
final a ellos no les...
Las tardes de esa semana se habían vuelto oscuras antes del tiempo por el clima que
dominaba esa época de la estación. Las lluvias son intensas cuando se presentan por las
noches, y el sol es poco probable de ver por las mañanas. Pero no se quejaba, a ella le
encanta este tipo de climas, por ello ha decidido pasar sus vacaciones de verano en casa
de sus abuelos, aunque no era la únicaexcusa.
Recargada del muro del Cyber-café, bajo una sobrilla transparente, se encuentra en
su espera con los cabellos castaños ya desordenados y la ropa un poco húmeda por el
clima. Ya está acostumbrada a esperar a las personas por más de media hora. Siempre le
suele suceder con amigas, primos y hasta profesores impuntuales.
Tenía intensiones de entrar al interior del Cyber-café para obtener unpoco de calor,
ya que fuera hace mucho frio, pero es imposible. El café tiene pocos días de haber abierto
sus puertas al público. Su inauguración fue el pasado viernes, y desde ese día se ha vuelto
muy popular. Es por ello que para esta cita se ha escogido este lugar. Le han dicho que es
bueno; se lo recomendaban muchos. Y si era posible quedarse más noche podría disfrutar
la música en vivo que seda. Era un buen lugar para pasar el rato con amigos, primos,
pareja, etc. De por sí, ella adora estos tipos de lugares (con buen ambiente, relajados,
olores ni penetrantes ni dulces, uno pasajero y único “Café” y además pacifico), sin duda
alguna de sus lugares preferidos.
Su celular suena, un tono muy bajo. Tenía que mandarlo arreglar o comprar uno
nuevo. Pero, ¿con que dinero podría hacer eso sino quiere hacer gastar a sus padres? Por
ello lleva el mismo celular desde tercero de secundaria. Con este ya se cumplirán cuatro
años. De igual caso, prefiere guardarse el dinero para comprarse un nuevo libro o disco, o
lograr reunir dinero para ir a un concierto futuro. Aun que no sabe de qué grupo.
Usualmente el dinero se lo gasta con comida en vez de accesorios o prendas para ella, más
daigual, al final su madre suele comprarle ese tipo de cosas, como para este verano le ha
comprado un pequeño guarda ropa, que podría ser que le haya costado mucho.
Tiene un mensaje de “él”: <
—Lo ha vuelto a hacer. — murmura en un suspiro que al final le importa poco.
Mira el reloj. Seis ymedia de la tarde. Bueno, no ha demorado tanto como la anterior
vez. Se mira en el reflejo que le aporta el cristal del café. Se acomoda sus cabellos castaños
peinándolos con sus dedos y arregla sus ropas. Lleva puesto una sudadera beish debajo de
un largo blusón sin mangas color guinda; además de unos mañones café oscuro y sus
botas favoritas que se ha comprado la vez que ha viajado hasta lacasa de sus primos.
Botas de un material en el cual no se daña con el agua. Perfecto para el lugar donde ahora
se encuentra. Y lo mejor de todo llevan su color favorito: café; de los diferentes tipos de
color café que existen.
Deja de mirar su reflejo y mira al interior del café, ha visto de reojo que alguien le
había señalado. Avergonzada por quien lo hizo se da media vuelta con un leve sonrojo. Hasido uno de los meseros, muy joven. Pero no ha logrado verle muy bien las facciones, de
hecho, ni siquiera puede recordar el tipo de uniforme que lleva puesto. Avergonzada se
esconde por debajo de su blusón, ocultando el rostro, para evitar que alguien logre notar
su sonrojo. Aquello había sido penoso. ¿Quién sabe si alguien más le haya visto mientras
se miraba ella misma en el reflejoacomodándose el pelo y la ropa? Creé que al final será
mejor cambiar de lugar para pasar el rato con su pareja.
Nuevamente vuelve a mirar la hora en su celular. Seis con cuarenta y nueve minutos.
Aun así, no podía irse de ese lugar, tendrá que esperarlo de todas formas, ya que él lleva el
transporte que la llevara a casa sin tener que explicarles mucho a sus abuelos. Cosa que al
final a ellos no les...
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