Diez Microrrelatos De Terror Cosas Tiles Somos Malasa A
No te preocupes mi niño, mamá está contigo, nada va a pasarte.
No pongas esa cara mi vida, ya te he contado todos los cuentos que sabíamos, ahora hay que dormircariño, así bien tapadito, no, tu osito Charlie está roto y sucio, acuérdate. Sí, no me olvido del beso en lafrente, sí Esteban, he mirado debajo de la cama y en el armario y no he encontrado ningún monstruo, ya
te he dicho muchas veces que los monstruos no existen, sólo que a menudo se tienen pesadillas y crees
que lo que has visto y hecho es real mi pequeñín, ahora duerme, sí, mamá vigilará, buenas nochesquerido, pero no llores mi cielo, por favor sabes que oírte llorar me hace daño, cálmate ángel mío, no terevuelvas tan fuerte, vas a acabar hiriéndote, sabes que esta noche tiene que ser así mi vida, si duermes
tranquilo mañana aflojaré las cinchas de tus muñecas y soltaré tus piernas, pero sólo si eres bueno te
dejaré comer carne.
10. Branquias, por Jesito WeaverFue a mediados de julio, en una noche de suave brisa, de esas que aligeran los calores
acumulados durante el día. Los mayores agradecían la tregua saliendo a la calle, disfrutandodel fresco que la canícula les había negado hasta entonces. Aprovechaban también para
ponerse al día sobre los últimos acontecimientos, casi siempre sobre el desarrollo de los
trabajos en el mar y otros asuntos de poca importancia.El aullido se escuchó en todo el pueblo. Los vecinos de la zona más alejadas del puerto dijeron
haberlo oído nítidamente.
Fueron pocos los que se atrevieron a acercarse a las inmediaciones del muelle y ninguno deellos ha vuelto a ser el mismo. Los mejor parados continúan con sus insignificantes vidas
como pueden: solos, sin apenas relación con los vecinos, como en un estado de letargo quecada vez parece más profundo. Suelen usar pañuelos para esconder sus branquias.
De los primeros en llegar al embarcadero donde se encontró el cuerpo no ha vuelto a saberse...
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