Diferencias culturales, racismo y democracia (wieviorka) / circuncisión faraónica.

Caso NO. 1
Alain Demanet Pasten.

1.- Elaborar un resumen del texto del Michel Wieviorka (ideas centrales, propuestas, etc.)

Diferencias culturales, racismo y democracia.

Michel Wieviorka plantea un análisis general, esencialmente desde una perspectiva occidental, entorno a las identidades culturales, el racismo y los efectos que estos fenómenos tienen sobre la democracia. Elpunto de partida de sus análisis esta dado por los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, los cuales fueron interpretados por algunos como una validación de la famosa tesis sobre el choque de civilizaciones del politólogo estadounidense Samuel Huntington. Al respecto Wieviorka afirma que, contrariamente a Huntington, el problema principal no son los riesgos de choque entrecivilizaciones, entre nosotros y otros conjuntos culturales, sino más bien, la dificultad que encuentran nuestras sociedades para afrontar la existencia y el impulso de afirmaciones culturales en su seno. ¿Cuáles son estas afirmaciones culturales?; ¿Cómo aparecen?; ¿Cómo se desarrollan?; ¿Qué respuestas políticas contienen? Para responder dichas interrogantes, Wieviorka previamente comienza describiendoalgunos hechos significativos que ocurren en el mundo entero desde finales de los años sesenta. Desde dicha perspectiva dos fenómenos principales ameritan particular atención.

El primero es el surgimiento, en esta época, de confrontaciones culturales nuevas o renovadas que demandan, en diversos ámbitos, el reconocimiento de la identidad del individuo. Es así, que aparecen o reaparecenmovimientos étnicos, regionalistas o nacionalistas. Esta primera ola de nuevos movimientos identitarios se caracteriza fundamentalmente por que su carga social parece débil o indefinida.

La segunda ola, que es el segundo fenómeno de importancia a considerar, se desarrolla un poco más tarde, a partir de finales de los años setenta, teniendo como característica principal —al contrario de laprimera—, conjugar demandas de reconocimiento cultural y demandas sociales. Esta ola comporta esencialmente dos tipos de actores. Por una parte, aquellos para quienes la exclusión o las desigualdades sociales, cada vez más acentuadas, se saldan por la afirmación de una identidad cultural. Por otra parte, ciertos sectores de la población que se identifican con una identidad nacional que estaríaamenazada, desde afuera, por la globalización económica, por el debilitamiento del Estado, por su pérdida de soberanía, y encuentran en esta identidad criterios que les permiten marcar una distancia frente a los pobres, los inmigrantes, etc.

Se debe considerar que la emergencia de las identidades culturales no se efectuó en todos lados en dos olas sucesivas, pero en todos los casos, aseveraWieviorka, dicho surgimiento no puede ser disociado de otro fenómeno a considerar, es decir, del desarrollo, en la misma época, de formas renovadas de racismo.

Hasta los años sesenta y setenta, el racismo era aún el heredero del pasado. Enfatizaba la existencia real o fantasmal de particularismos físicos, del color de la piel, del cabello, etc., para deducir de ahí una inferioridad y apartir de esta poder explotar y dominar. En el momento en que las cuestiones culturales se despliegan, el racismo se transforma y se convierte, como lo han dicho los expertos, en un “nuevo racismo”, un neo-racismo, un racismo diferencialista, o un racismo “simbólico”. Desde entonces, el racismo consiste fundamentalmente en afirmar que las víctimas del mismo, son culturalmente diferentes,irreductiblemente diferentes, incapaces, de manera fundamental, de integrarse a la sociedad y de compartir los valores del grupo dominante.

Respecto a las identidades, Wieviorka considera que es absurdo poner en el mismo plano fenómenos identitarios tan diversos y divergentes entre si, por lo que postula un marco general que permite distinguir algunas grandes familias de identidades. De esa Forma...