El orden del discurso fue la lección inaugural que Michel Foucault impartió cuando, en 1970, sucedió a Jean Hyppolite en la Cátedra de «Historia de los sistemas del pensamiento» en el Collège de France. Foucault realizó en este texto una breve síntesis de lo que hasta entonces habían sido sus investigaciones, que giraban en torno a las relaciones entre saber y poder, al mismo tiempo queadelantaba el que iba a ser su futuro programa de trabajo. IntroducciónFoucault comienza su propio discurso afirmando que siente inquietud hacia lo que es el discurso en tanto que realidad material, que siente en exceso la responsabilidad de ser autor de un discurso, pero que también siente cómo la «Institución» acude en su ayuda ritualizando el inicio del discurso, y consiguiendo así que el poder quepueda tener el discurso será de la propia «Institución» de donde éste lo obtenga. Con este inicio, Foucault plantea las líneas generales de la lección: el hecho de que la noción de 'discurso' ha de ser peligrosa si las formas institucionales tienen tanto interés en determinar todo el proceso de su creación. Así pues, Foucault se plantea seguir «arqueológicamente» todo el rastro que ha llevado hastanuestra noción de ‘discurso’... Procedimientos de control de los discursosPartiendo de que en toda sociedad la producción material de los propios discursos está controlada, seleccionada y redistribuida por cierto número de procedimientos, Foucault distingue entre tres tipos de estos procedimientos: en primer lugar los procedimientos de exclusión (de carácter externo al propio discurso, y cuyafunción es dominar los poderes que los discursos conllevan), entre los que se destacan los de prohibición (a través del tabú del objeto, del ritual de la circunstancia y del derecho privilegiado del sujeto que habla), centrados hoy en el sexo (haciendo que el mismo discurso sobre el sexo sea, no sólo lo que habla o calla sobre el deseo, sino también él mismo objeto de deseo) y en la política(convirtiendo al mismo discurso en objeto de la lucha política y no en su mera manifestación); los de separación y rechazo, como en el clásico ejemplo foucaultiano de la separación entre razón y locura; y los de oposición entre lo verdadero y lo falso, que son los que a través de su propia historia han dado su forma general a nuestra voluntad de saber, es decir, a la forma de nuestro conocimiento, a ladistinción entre lo que es conocimiento y lo que no. Foucault constata que los tres están apoyados en una base institucional, pero que los terceros operan a un nivel más profundo, hasta el punto de que durante los últimos siglos ha ido haciéndose cargo de los procedimientos de prohibición y los de separación y rechazo, tornándose así la oposición entre lo verdadero y lo falso más profunda einsoslayable, más invisible ante nuestros ojos. Procedimientos de limitación de los discursosEn segundo lugar, los procedimientos de limitación (éstos de carácter interno y dedicados a conjurar los azares de la aparición de discursos), entre los que Foucault apunta el comentario, que reformula una y otra vez los discursos según ciertos intereses para así limitar el azar del discurso por medio del juego de unaidentidad que tiene la forma de la repetición y de lo mismo; el autor, que queda establecido como principio de agrupación y de origen de las significaciones del discurso, para así limitarlo por el juego de una identidad que tiene la forma de la individualidad y del yo; y la organización de las disciplinas, que permite construir discursos sólo de acuerdo con un estrecho margen previamenteinstituido, fijando los límites del discurso por el juego de una identidad que tiene la forma de una reactualización permanente de las reglas. Y en tercer lugar, los procedimientos que determinan las condiciones de utilización de los discursos, destinados a imponer reglas a los individuos que dicen los discursos y a no permitir el acceso a éstos a todo el público. De este modo, todo intercambio y...
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