Diferencias entre oralidad y escritura Documentos de Google
Las distintas concepciones teóricas del lenguaje han tendido progresivamente a diferenciar el
lenguaje escrito de la comunicación oral. Daniel Cassany, en su libro
Describir el escribir
, diferencia
la escritura de la oralidad desde dos dimensiones: la dimensión contextual y la dimensión textual.
Las
diferencias contextuales entre la comunicación escrita y la oral son las siguientes:
· En tanto la comunicación escrita se efectúa a través del canal visual y permite –mediante la
lectura una transmisión de información mayor que la que se produce oralmente; la comunicación
oral se transmite fundamentalmente por el canal auditivo.
· El receptor de un texto oral percibe sucesivamente los sonidos que se encadenan en palabras y oraciones. En cambio, el receptor de un texto escrito tiene una percepción simultánea del texto como
totalidad, de sus dimensiones, y eso le permite programar el tiempo que le demandará su lectura.
· La comunicación oral es espontánea e inmediata. Esto significa que el emisor, aunque pueda
rectificar su emisión, no puede borrarla. Elabora y emite su mensaje de manera casi simultánea al momento en que es comprendido por el receptor. Por su parte, el receptor debe ir comprendiendo el
mensaje a medida que éste es emitido.
Por el contrario, la comunicación escrita presenta la peculiaridad de ser elaborada y diferida. El
emisor puede revisar, corregir o rectificar su mensaje antes de que llegue al receptor, y sin que éste se percate de los cambios o rectificaciones que se han realizado en la producción del texto. A su vez,
el receptor puede elegir los tiempos que se tomará para leer el texto, puede volver a él cuantas veces
quiera y puede ratificar o rectificar la comprensión del mismo.
· La comunicación oral es efímera, no sólo porque el sonido es perceptible en forma
momentánea y luego desaparece, sino también porque la memoria de los receptores y aún de los emisores es incapaz de recordar todo lo hablado.
La comunicación escrita, en cambio, es duradera, ya que las letras se inscriben en soportes
materiales que permanecen en el tiempo. Esta permanencia les otorga a los textos escritos prestigio
social y credibilidad, en tanto la inscripción material representa un registro inalterable y adquieren el
valor de testimonio. La comunicación verbal se apoya en gran número de códigos verbales como la entonación de la
voz, los gestos, los movimientos corporales, la vestimenta, etcétera, mientras que las comunicaciones
escritas no los utilizan y deben desarrollar recursos lingüísticos para trasmitir estos significados.
· Finalmente, la comunicación oral está acompañada por los contextos extraverbales necesarios para su comprensión: la situación comunicativa, las características del emisor y del receptor, el
momento y el lugar en que se produce, etc., las cuales no necesitan ser explicitadas.
En cambio, los textos escritos suelen ser autónomos de los contextos específicos en que se
encuentra el autor en el momento de escribirlos y el lector en el momento de leerlos. Si es necesario
para la comprensión textual, los autores de textos escritos deben crear verbalmente los contextos para que el lector pueda ubicarse.
En lo que respecta a las
diferencias textuales
, Cassany distingue varios rubros:
· Adecuación
En la comunicación oral, el uso de la lengua suele indicar la procedencia geográfica, social
y generacional; además, es un tipo de comunicación elegida para trasmitir temas generales, de bajo
grado de formalidad y propósitos subjetivos. En la comunicación escrita hay una tendencia a eliminar las variantes lingüísticas regionales y
los registros familiar y coloquial, y a utilizar el registro estándar de la lengua. Este tipo de
comunicación se encuentra más asociada al uso público del lenguaje y a la transmisión de temas
específicos, tratados con un alto grado de formalidad.
· Coherencia
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