Dilema

EL DILEMA DEL PRISIONERO EN LA PROFESIÓN DEL CONTADOR PÚBLICO NACIONAL Ignacio Agustín Galará – Alumno de 5to año de la carrera de Lic. En Economía – UNSa “La conciencia es el mejor libro moral que tenemos (…) La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso.”. Blas Pascal

Introducción
Recientemente participé de un debate más que productivo en la materia“Seminario de práctica profesional” de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa. En uno de sus módulos se tratan temas relacionados a la ética, en particular a la ética profesional, y qué mejor lugar para plantear problemas de ética que en un aula, con 30 alumnos próximos a recibirse de las carreras de contador público, licenciados en administración y en economía, y qué mejor momento que en plenacrítica a los valores éticos de los profesionales, en particular de los grandes empresarios y líderes de empresas financieras (ligado íntegramente a las tareas de estos profesionales), origen de la gran crisis de 2008, la cual todavía repercute alrededor del mundo. Más allá de los aspectos enriquecedores de este debate multidisciplinario, no quiero extenderme en el análisis de los tópicos tratados, losaportes obtenidos del debate quedarán para sus participantes; sino simplemente enfatizar uno que, como estudiante de Licenciatura en Economía, acaparó mi atención: los estudiantes de Contador Público perciben a su profesión como inmoral, o tendiente a favorecer a sus profesionales a comportarse con dudosa moralidad, inclusive al punto de plantearse (algunos) la posibilidad (no por sus deseos sinocomo algo ya implícito en la carrera) que algunos docentes les transmitan formas de tomar ventaja de los vacíos legales de su profesión. Al momento de tratar estos aspectos, quienes son estudiantes de esta carrera argumentaron en su mayoría, las carencias éticas y morales de su profesión, como aspectos inherentes e ineludibles de la misma, y los graficaron con algunos ejemplos; el más significativode ellos, por lo aparentemente recurrente y su incidencia en los profesionales del área, y por ser el más claro desde lo que a mí respecta, fue el de la evasión impositiva, y con ella todas las argucias y recursos con los que cuenta un contador, en base a las Resoluciones Técnicas y las leyes nacionales que los regulan y, en muchos otros casos, dejan de regular, en su tarea sobre éste tópico; yde cómo en base a este conocimiento de los denominados “vacíos legales”, quienes requieren los servicios de los contadores, solicitan empleen alguna de éstas “técnicas” para su beneplácito, evitando cargarse de obligaciones impositivas para con el Estado Nacional. En este artículo lo que se pretende es enunciar las falacias de este enunciado, en base a la teoría económica, y primando por sobre todolas buenas costumbres, aspecto inalienable y fundamental de la conducta del ser humano en sociedad, sobre todo si lo que se desea es su progreso y evolución, dentro de los parámetros que hacen perfectible a la raza humana. Y en segundo lugar, plantear un simple razonamiento en base a lo enunciado, favoreciendo una conducta que, de llevarse a cabo por la sociedad en general, y por los contadoresen particular, contribuiría a lograr el beneplácito de la sociedad como un todo, actuando como una forma de

1

lograr un óptimo paretiano1 desde la actividad de los profesionales del área. Este óptimo será tal, no en términos de beneficios directos, monetarios en particular, sino primordialmente respecto a la percepción de externalidades positivas para la comunidad y de beneficios, hastapsicológicos, en los individuos, al eliminar este supuesto “dilema moral” aparentemente intrínseco a la profesión. Haré hincapié en el argumento más llamativo, compartido por casi todos los estudiantes de esta carrera en el debate: siempre existen clientes que solicitan estas desgravaciones impositivas, y su contador, a pesar de estar al tanto de deber incurrir a cuestiones de dudosa moral, y carente...