Dinosaurios en almíbar

Dinosaurios en almíbar

La preservación de los restos fósiles de dinosaurios es un fenómeno cuyo conocimiento invita a propios y extraños. Sin embargo, eventualmente se antoja demasiado complejo sucomprensión, pero en realidad no es así, si se esgrime una burda pero útil analogía con algunas actividades de tipo casero que forman parte de nuestras tradiciones y que lamentablemente han idodesapareciendo.

Hace algunos años era común que las alacenas de nuestras abuelitas se tupieran con frascos que contenían ricas conservas, con las diversas frutas estacionales de la región. Seguramentemuchos lugareños recordarán aquel ritual practicado en su preparación, en la que hervían la fruta en un espeso caldo de agua con azúcar derretida a fuego lento en grandes cazos de cobre, para luego serdepositada en característicos frascos de cristal, cuyas tapas doradas con bordes interiores de huele les permitían cerrar herméticamente, previa esterilización en baño maría. La pregunta obligadaes, ¿por qué duraban tantos meses e incluso años aquellas exquisitas frutas sin descomponerse? La explicación más simple es la carencia de oxígeno en su interior, combustible básico para que lasbacterias y microorganismos encargados de descomponer los restos orgánicos puedan desarrollar su función. Pues bien, aquí radica el uso de la impropia analogía con respecto a la preservación de los fósilesen general y dentro de ellos, la de los grandes vertebrados con que se denominó este artículo.

Recordemos que los múltiples hallazgos de fósiles reportados, representan apenas una mínima parte delos que en realidad existieron, ya que al perecer en la mayoría de ellos, sus restos quedaron expuestos a la intemperie, padeciendo el ataque inicialmente de carroñeros, y después de incesanteshostilidades del medio ambiente; incidencia de rayos solares, de viento, de cambios de temperatura y humedad, etc., deshidratando y pulverizando gradualmente los restos de partes blandas primero, y...