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Perfectamente Imperfectos.
Perfectamente Imperfectos.
 A veces nos dejamos llevar por los comentarios de la gente, nos hacen creer que todo lo que hacemos o pensamos esta mal, critican cada segundo de tu vida por no ser como ellos o no pensar igual. Nos hacen creer que la perfección existe y que jamás serás feliz si no llegas a tal punto.
—Prometiste que no lo harías de nuevo, Val—Dijo Ana, mimejor amiga regañándome.
—Lo lamento —Dije tomando mi cabeza entre mis manos para calmar el mareo que sentí.
— ¿Recuerdas como terminaste hace dos años? —Dijo con rabia, yo asentí apenada—Deberías recoger este desastre, tenemos que ir a la escuela—Dijo saliendo de su habitación.
Me levante a duras penas de la cama para recoger las botellas del piso, creo el vodka es mi nuevo mejor amigo, nohabla ni regaña.
— ¡Val! —Dijo la hermana de Ana viéndome.
—Hola—Dije sin ánimos y ella me observo.
—Estas cambiada—Dijo tomando mi cara entre sus mano— ¿Subiste de peso? Te ves más gordita.
Obviamente para ella todo el mundo era gordo, era mas delgada que un palillo, tengo que admitir que le tengo un poquito de envidia.
—Val esta bien—Dijo Ana entrando a la conversación.
—No lo creo, eramas delgada—Dijo María asintiendo.
—Vamos tarde Val—Dijo Ana desde la puerta me despedí de María y fui con ella, por suerte su casa estaba cerca de la escuela.
—Hola amor—Dijo Sebastián, mi novio, abrazándome cuando llegue— ¿Resaca? —Dijo el riendo un poco, yo asentí con una pequeña sonrisa.
—Hola gordita—Dijo Oriana, mi enemiga, si se le puede llamar así.
—Oriana—Dijo Sebastián molesto.
—No ledije nada—Dijo ella inocente—De todos modos lo siento, gordis. Debes estar sensible—Dijo jalando mis mejillas, para luego irse.
— ¡Sebas! —Grito Daniela, la mejor amiga de Sebastián— ¿Cómo estas Val?
—Bien—Le dije cortante, ella nunca me cayó bien, lo único que quiere es alejar a Sebas de mí.
— ¿Vas a ir a mi desfile? —Le pregunto a Sebas y el asintió sonriendo, ella dio un pequeño grito defelicidad y se lanzo a sus brazos.
—Pero ibas a pasar el día conmigo—Dije decepcionada y el se alejo de ella.
—Lo siento Val, pero es que le prometí ir—Dijo el subiendo los hombros, yo asentí y los deje solos.
La historia se repetía de nuevo. Hace un año me inscribí en clases de piano y tuve un recital, pero el falto, ya que su linda Daniela estaba triste porque perdió un estúpido concurso.
—¿Otra vez te dejo? —Pregunto Oriana, poniéndose a mi lado, viéndolos reír.
—No entiendo, ¿Qué tiene ella que no tenga yo? —Dije con un nudo en la garganta.
—A Sebastián siempre le han gustado las mas delgadas, Val—Dijo ella levantando los hombros—No es un secreto para nadie que has subido un poco de peso.
— ¿Será que ya no me quiere por eso? —Pregunte asustada tocando mi estomago.
—Puede ser—Dijoella levantando los hombros y el timbre sonó— ¿Qué te parece si nos juntamos después de clases? Así te ayudo—Me dijo ella sonriendo, y yo asentí.
— ¿Qué te estaba diciendo esa tonta? —Dijo Ana pasando un brazo por mis hombros.
—Nada, me estaba preguntando por una tarea—Dije distraída, Ana levanto los hombros y fuimos a nuestro salón.
El día paso un poco lento, no me concentré en ninguna clasepensando en Sebas. ¿Qué pasa si es verdad? ¿Qué pasa si el se cansa de mí por no ser como Daniela?
— ¿Nos vamos? —Pregunto Oriana cuando salimos del salón asentí.
En su casa me dijo lo que hacía para estar tan flaca. Cuando comía mucho, iba al baño y lo vomitaba todo y tomaba unas pastillas que ayudan a bajar de peso.
— ¿Vas a comer? —Preguntó mi padre entrando a mi cuarto, yo negué y elbufo—Al fin—Susurro y me dejo sola.
Me vi en el espejo y pensé que tal vez todos tenían razón, si estaba mas rellena. Me acosté en la cama, tarde varios minutos en dormir por el sonido de mi estomago vacío. Cuando desperté a la mañana siguiente mi padre ya no estaba, suspire y fui a la escuela sin desayunar, Oriana me dijo que tenía que comer lo menos posible.
— ¿Segura no quieres comer? —Pregunto...