Dios En Nuestras Vidas

Sabemos, o, por lo menos, intuímos, que no vinimos al mundo por una casualidad, sino que, sea cual haya sido nuestro origen, estamos para cumplir el Plan de Dios. No sabemos cuál será nuestro aportey vivimos a nuestro aire. Pero "cuando escuches Su Voz, no cierres los oídos"ay una parábola en el Evangelio que nos dice lo muy exigente que es el estilo de vida que nos exige Jesús al convertirnos.Ciertamente, en otra oportunidad dice:

Vengan a Mí todos ustedes los que están trabajados y cargados, que yo les haré descansar. Lleven Mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que soy manso yhumilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga. Op.cit: Mateo 11:28-30

Pero hay oportunidades en las que es necesario recordar la parábola quetambién narra Mateo (19: 16-29) sobre El Joven Rico:


Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó:
-Maestro ¿qué de bueno tengo que hacer para tener la vida eterna?
-¿Por qué me preguntas amí acerca de lo bueno? Sólo hay Uno bueno y si quieres entrar en Su Reino debes obedecer sus mandamientos.
-¿Cuáles?, insistió el hombre.
Y contestó Jesús: -No mates, no cometas adulterio, honra a tupadre y a tu madre y ama a tu prójimo como a ti mismo.
-Todo eso lo he cumplido ¿qué más me falta?
-Si quieres es ser perfecto, entonces vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrástesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme.
Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque tenía muchas riquezas.
Les seguro –comentó Jesús. Que es difícil para un rico entrar el Reino de los Cielos (…)Al oír esto, los discípulos quedaron desconcertados y contristados. Y decían: -¿quién entonces podrá salvarse?
-Para los hombres es imposible, dijo Jesús, mas para Dios todo es posible.
-Mira,nosotros lo hemos dejado todo por seguirte, dijo Pedro, y qué hemos ganado con eso?
Les aseguro (…) que todo el que por mí deja casas, hermanos, hermanos, padre, madre, hijos y propiedades, recibirá...