Dios es grande
Era una maravillosa tarde de verano, y como muchas otras, mis amigos y yo nos dirigíamos al campo donde solíamos jugar al fútbol.
¡Vaya! ¡Está ocupado!, exclamamosdesilusionados al llegar y ver que otro grupo se nos había adelantado.
¡Un momento!, dijo uno, recuerdo un lugar abandonado cerca de aquí, seguro que allí podremos jugar sin que nadie nos moleste.
¡Estupendo!, gritamos todos.
En seguida llegamos y comenzamos a jugar. Todo iba de maravilla, hasta que de repente, la pelota se desvió con tan mala suerte que fue a parar a una de las ventanas de lacasita abandonada. El ruido de los cristales rotos nos sacó de nuestra emoción, y pasaron varios segundos antes de que ninguno reaccionara. Sin embargo, pronto nos sentimos aliviados, mirando elaspecto deshabitado de la casa y seguimos jugando tranquilamente. Seguro que nadie vivía allí, y que no tendríamos que pagar el cristal. Así pues, continuamos despreocupados con nuestro juego, hasta que,de repente, la puerta de la casa se abrió con un fuerte chirrido y un hombre salió directo hacia nosotros. ¡Sí que había alguien! Ahora tendríamos que pagar el cristal roto....
¿Hay alguien allí?¿Existe alguien en el cielo además de las estrellas, los planetas, las constelaciones...? Esta es una de las grandes preguntas que el hombre se ha formulado a lo largo de los siglos intentando buscaruna respuesta.
Hoy en día, muchos dicen que no hay nadie, que la casa está abandonada. Pero, si es así, ¿por qué el hombre se sigue haciendo esta misma pregunta desde el comienzo de su historia? ¿porqué todavía en pleno siglo veinte nos seguimos preguntando en nuestro interior si hay un Dios?
La razón es sencilla, porque El mismo "ha puesto eternidad en el corazón del hombre" (Eclesiastés3:11). Ha sido Dios quien ha puesto este pensamiento en nosotros para que le busquemos y nos ha dado medios para encontrarle. Aun así, el hombre insiste en endurecer su conciencia y vivir ajeno a...
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