Dios mío ¿Por qué me has abandonado?
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Dios mío. Dios mío ¿Por qué me has abandonado?
Cada vez que pensamos o leemos esta frase, inmediatamente entramos a pensar que Jesús sufrió por los pecados que no cometió (nuestros pecados), está claro que padeció uno de los juicios más injusto de la humanidad. Pero ¿Acaso se sintió abandonadopor el Padre? ¿Dudaría en aquel momento de máximo dolor? ¿Murió Jesús en la desesperación?
A simple vista diríamos que sí, que el Hijo de Dios se siento distante de su Padre, abandonado aunque fuese a través de esta frase. Por todo a lo que se le fue sometido y acusado injustamente, por una sociedad que no pensaba correctamente al dejar libre a un homicida, bandolero, entre muchas cosas más porlas cuales fue acusado barrabas.
La vida en sociedad es una de las cosas más difícil para el ser humano, ya que a medida de que aumenta los distintos tipo de personas se vuelve más visible las diferencia que hay entre las personas de la comunidad; este no es el único problema que se presenta en la sociedad, también empiezan a crecer los pecados del hombres, ya que está dentro de la naturaleza delser humano cometer pecados, por esta razón fue que el gran señor Jesús se atrevió a cumplir una condena para salvarnos y perdonarnos por esta cantidad de actos impuros que se cometen en el día a día.
Pero los evangelistas solo nos muestran esta frase, que es dolorosa; la amargura que sintió Jesús cuando estaba colgado en la cruz. Pero no fue así Jesús al pronunciar esa frase, en realidad estabarezando un salmo. En efecto, si buscamos en la Biblia, veremos que el salmo 22 empieza precisamente así: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Y continúa: "A pesar de mis súplicas, mi oración no te llega. Dios mío, de día te grito y no respondes. De noche lo hago, y no me haces caso". Acá tenemos el salmo 22 que nos dice:
Salmos 22
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?Lejos estás para salvarme, lejos de mis palabras de lamento.2 Dios mío, clamo de día y no me respondes; clamo de noche y no hallo reposo.3 Pero tú eres santo, tú eres rey, ¡tú eres la alabanza de Israel!4 En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste 5 a ti clamaron, y tú los salvaste; se apoyaron en ti, y no los defraudaste. 6 Pero yo, gusano soy y no hombre, la gente se burla demí, el pueblo me desprecia. 7 Cuantos me ven, se ríen de mí; lanzan insultos, meneando la cabeza: 8 «Éste confía en el señor, ¡pues que el señor lo ponga a salvo! Ya que en él se deleita, ¡que sea él quien lo libre!»9 Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre.10 Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre. Mi Dioseres tú.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca y no hay nadie que me ayude. 12 Muchos toros me rodean; fuertes toros de Bazán me cercan. 13 Contra mí abren sus fauces leones que rugen y desgarran a su presa.14 Como agua he sido derramado; dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto como cera, y se derrite en mis entrañas. 15 Se ha secado mi vigor como una teja; lalengua se me pega al paladar. ¡Me has hundido en el polvo de la muerte! 16 Como perros de presa, me han rodeado; me ha cercado una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies. 17 Puedo contar todos mis huesos; con satisfacción perversa, la gente se detiene a mirarme. 18 Se reparten entre ellos mis vestidos y sobre mi ropa echan suertes. 19 Pero tú, señor, no te alejes; fuerza mía, venpronto en mi auxilio.20 Libra mi vida de la espada, mi preciosa vida del poder de esos perros.21 Rescátame de la boca de los leones; sálvame de los cuernos de los toros. 22 Proclamaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. 23 ¡Alaben al Señor los que le temen! ¡Hónrenlo, descendientes de Jacob! ¡Venérenlo, descendientes de Israel!24 Porque él no desprecia ni tiene en...
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