Dios...Siempre Presente

DIOS… SIEMPRE PRESENTE

Por Jesús Tiznado

Eran las 8:35 a. m., el día estaba nublado, el ajetreo diario de los automovilistas y peatones daba inicio. Subí al automóvil y me dirigí hacía eltrabajo, en el camino me detuve para comprar un café en una tienda de conveniencia, en la maquina despachadora del sabroso liquido candente coincidí con una señorita de aspecto agradable y muysimpática. Ella traía una carpeta en su mano derecha, de tal forma que intuí que estaba buscando trabajo.
Hola, ¿buscas trabajo? --pregunte amablemente-- lo que sucede es que en donde laboro existe unavacante para el departamento de documentación.
No, gracias --responde a la vez que dibujaba en su rostro una bella sonrisa-- en esta carpeta llevo unos documentos…una tarea de mi escuela.
Buenodisculpa --concreté a decir-- hasta luego. Le extendí mi mano y nos despedimos.
El encuentro me desconcertó un poco.
Al momento de subir al vehículo e intentar colocarme el cinturón de seguridadderramé el café caliente sobre mi camisa y parte del pantalón. Me dolió más el tener que devolverme a cambiar de ropa… ¡que la quemada! Pues se me haría tarde.
Ya de nuevo en el automóvil medirigí hacía el trabajo, cuando llegué al crucero del ferrocarril (las vías que a diario cruzo) pase a escasos dos metros de un joven que estaba parado justo en medio de las vías y con la mirada perdida,no parecía estar drogado, sino que más bien parecía preocupado o decepcionado, en su mano derecha traía una carpeta con algo amarillo que parecía ser una solicitud de trabajo. A lo lejos se dejabaver la enorme luz de una locomotora que se acercaba irremediablemente hacía su humanidad. Brinque la vía y seguí mi camino, pero solo pude circular dos cuadras hacía mi destino… Pues mis pensamientosempezaron a revolotear por mi mente, mi inquieto y testarudo subconsciente me empezó a hacer reclamos; ¿Y si ese joven esta buscando trabajo? ¡Acuérdate que existen vacantes en la empresa donde...