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ESCATOLOGÍA CRISTIANA
La primera de ellas trata las “cuestiones introductorias” (pp. 15-34): el significado de la palabra “escatología”; la historia del tratado; así como la función y la misión dela escatología cristiana en un contexto caracterizado por el secularismo y por una doble “penumbra”, filosófica y teológica. La centralidad de Cristo queda claramente afirmada al indicar el objetoprincipal de la escatología cristiana: “es Cristo en cuanto último, es decir, en cuanto consumador que lleva a plenitud la obra de la creación y de la redención” (p. 18). Objeto secundario son lasrealidades últimas que quedan justificadas a partir de Cristo. La misión de la escatología hoy pasa por esa recuperación de la centralidad del misterio de Cristo para, a partir de ahí, ser capaz desostener una esperanza basada en certezas. Tarea ésta casi imposible, si no se adopta el Credo “como paradigma de todo discurso cristiano” (p. 32).
La segunda parte está dedicada a “La escatología en susfuentes” (pp. 35-118). Es una parte, más extensa, dedicada a la escucha de los testimonios de la revelación: la ecatología bíblica (cap. III); la escatología patrística (cap. IV); la escatología en laEdad Media (cap. V) y la escatología de Trento al Vaticano II (cap. VI). A la hora de considerar el desarrollo de los contenidos de la escatología, el autor se muestra muy atento a los contextos,teológicos y culturales, en los que se enmarca la reflexión sobre el más allá en las diversas épocas. Además, a la hora de exponer las afirmaciones magisteriales, se preocupa por destacar los distintosniveles de autoridad doctrinal de esas enseñanzas. Algunos documentos posteriores al Vaticano II son acertadamente estudiados por el autor: la Carta “Recentiores episcoporum synodi”; la nota de laCongregación de la Doctrina de la Fe sobre la “Traducción del artículo carnis resurrectionem del Símbolo Apostólico”; así como el documento “Algunas cuestiones sobre escatología” de la Comisión Teológica...