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Rossana Cassigoli
Diosas del México antiguo
El título de esta obra, Madre terrible. La Diosa en la religión del México
Antiguo, nos anuncia un breviario apabullante. Funda un primer
acontecimiento de elucidación de los cuantiosos materiales etnográficos acopiados por la historiografía mexicana para un análisis
de la génesis ymorfología del arquetipo de la feminidad. Rasgos
que se registran en la historia universal desde la era paleolítica.
En el matiz que nos propone la autora, la noción típicamente
junguiana de arquetipo se desliza, de un trazado psicológico a un
replanteamiento más abierto y espiritual. Una breve interrupción
nos aclara el concepto. Los arquetipos conciernen a los contenidos
del inconscientecolectivo; son tipos arcaicos, primigenios. La expresión proviene de San Agustín y corresponde a una paráfrasis
explicativa del eidos platónico.1 La noción de arquetipo alude a
contenidos psíquicos no sometidos aún a una elaboración consciente. Los mitos, por ejemplo, son manifestaciones psíquicas en
las que se expone el propio ser del alma. El ser ha despertado en
un mundo que no comprende ytrata de interpretarlo. Las mistificaciones de fenómenos naturales no son una mera alegoría de
esas experiencias objetivas, sino expresiones simbólicas del drama
El término idea viene del latín idea; modelo, arquetipo, y este del griego
idea, imagen ideal de un objeto, forma o aspecto de una cosa, tipo, propiamente apariencia. Se deriva del verbo griego ideín, que es ver, divisar,
percibircon la vista, cuya forma del pretérito êidon significa yo vi, hermano
del latín videre, ver. La palabra "idea" procede del eidos de Platón y alude a
formas eternas trascendentes. Ver Karl Jung, 2004, "Sobre los arquetipos del
inconsciente colectivo", en Hombre y sentido, Anthropos, Barcelona, p. 10.
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interior e inconsciente del alma. Tal imagen de ánima2 suelequedar proyectada sobre mujeres y todo lo que alma toca se vuelve
numinoso, peligroso, mágico. Pues la vida no es en sí algo bueno
sino también malo, al querer el ánima la vida, quiere lo bueno y
lo malo (Jung 2004: 30).
El alma, ese ser implume,3 contiene todas las imágenes de
las que han surgido los mitos. El alma es lo que de vivo hay en el
hombre. Si no fuera por la vivacidad e irisacióndel alma, el hombre
se hubiera detenido en la inercia, su mayor pasión. El alma es un
daimon dispensador de vida. A la zaga, el intelecto movido por
un orgullo luciferino se apoderará del trono que antes ocupaba el
espíritu (Jung 2004: 20). El espíritu no se identifica con el intelecto
mundano que no es creador de mundos espirituales, sino sólo un
instrumento del alma al servicio de losmortales. Las formas arquetípicas se hicieron patentes en una época en que la conciencia
todavía no pensaba, sino que percibía. El pensamiento no era pensado sino sentido. El pensamiento era un sentimiento envolvente,
una revelación que convencía por su facticidad inmediata.
Retomemos la hebra que hila la obra de Blanca Solares. Las
páginas de este acervo capital que nos trasmite, se aventuran alrecorrido, sin atajos, de las expresiones y concepciones simbólicas del arquetipo de la Diosa en el altiplano central de México.
Desde la prehistoria hasta el final del aciago periodo posclásico
La cultura verdadera se basa en una profunda comunicación de los contrarios simbolizados en los arquetipos de ánima y el ánimus. Para Jung
el personaje conforma la cara exterior de la psiquis, dado quees el rostro
que se muestra al mundo. A la cara interior del psiquismo la designa bajo
los términos "ánima" (en el hombre) y "ánimus" (en la mujer). El ánima
representa el lado femenino de la psiquis del varón; y el ánimus es la parte
masculina de la psiquis femenina.
3
En su expresión humana el ánima es un ser "implume" según la metáfora
de Platón, o "decaído" en la teología medieval:...
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