Dircurso Para Celebrar Aniversario De Promociones Estudiantiles

Alfredo Ferreras,
Universidad Teológica Interamericana,
Paterson, New Jersey, USA.-

DISCURSO :
EN OCASIÓN DEL 30 ANIVERSARIO DE LA PROMOCIÓN 1979-1980 DEL COLEGIO EVANGÉLICO CENTRAL
SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA

Amigos, compañeros y hermanos de siempre,
Maestros inolvidablemente amados y admirados,
Familiares de estudiantes y profesores,
Invitados,
Señoras y señores:

El insignepoeta dramático español Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) pasa a la inmortalidad, entre otras cosas, por habernos legado la comedia filosófica “La Vida es Sueño”, de ahí surge la muy conocida expresión : “Los sueños, sueños son”.

Muchos de nosotros habíamos soñado con volvernos a encontrar, reunirnos otra vez alumnos y maestros para realimentarnos con recuerdos que son partesinseparables de nuestra existencia y para volver a sonreír juntos; por tanto, respecto a este encuentro no es válida la sentencia del referido poeta, porque esto no es un sueño, es una realidad:

…Estamos aquí, “rompamos” el orden (sólo por dos minutos), acerquémonos unos a otros y abracémonos, choquemos nuestras manos y nuestros hombros, identifiquémonos otra vez, mirémonos de frente y que vivan laadolescencia, el colegio y el amor… Nuestro sueño se ha permutado en tangible realidad.

¿Por qué estamos aquí?
Qué designio nos ha convocado?
Las causas y los efectos pueden variar conforme a cada expectativa y a cada coeficiente emocional. Los años han transcurrido y nuestros sentidos están sobrecargados de los afanes de la cotidianidad. Estos afanes, muchas veces, obstruyen los espaciosaun de los valores espirituales y de las expectativas.

Alumnos y amados de siempre, están aquí para realimentar la certidumbre de considerarse una generación privilegiada. Privilegiada por ser parte tan vital de la grandísima familia llamada Colegio Evangélico Central y por haber sido discípulos de maestros que hicieron del apostolado magisterial su objetivo existencial más preciado. Estamosaquí, porque “es la amistad cual bella flor, que nunca morirá y siempre fresca se abrirá en nuestro corazón”. Están aquí porque sus logros y éxitos profesionales jamás apagarán la tea de un pasado vibrante y candoroso, que los llenó de ilusiones y duerme plácidamente en vuestras vidas.

Están aquí para mostrar las fecundas cosechas obtenidas en sus vidas profesionales y actividades liberales;cosechas que se corresponden perfectamente con la calidad de las semillas de amor esparcidas en vuestras mentes y corazones: El portentoso legado del Colegio Evangélico Central.

Muchachos de ayer, al descorrer el telón del tiempo, lo que es hoy madurez y bonanza, calvicie y visión acortada, salud y quebrantos, prestigio y modestia, habilidad y timidez, boato y abundancia; gentes en ultramar, autosy villas; compañías constructoras y jugosas contratas; rangos militares, sacerdocio y otros bien ganados status; ayer era un racimo de adolescentes distribuidos en modestas aulas, cual barro derramado, esperanzado sólo en las manos diestras del alfarero.

Hace 30 años eran tiernos jovencitos con homogéneos estándares de vida. Portaban heterogéneas valijas; libros autografiados, heredados deun amigo o del hermano mayor. Vestidos con uniformidad, sin paradigmas a imitar y Manresa como destino preferente para el adiós del fin de año. Muchos eran precoces, inteligentes y muy hábiles; otros, tímidos y juguetones; dicharacheros y reservados; serenos e inquietos, provincianos y campechanos; pero todos rebosantes de prístina alegría.

Asistían al colegio pelados muy bajito, sin bigotes,con uniformes color vino y azul, de marcas irrelevantes. Ausencia de peinados estilizados. Carecían de suficiente menudo para el recreo; por tanto, a veces no podían satisfacer la suculenta trilogía de bollito, yunyún y friquitaqui.

Esas eran vuestras credenciales 30 años atrás, cuando finalizaron sus estudios secundarios. Así les prodigamos nuestros amores sin reservas, pues teníamos la...