direccion
Práctica 5. La Gran Depresión y otras grandes crisis.
En 1931, el economista británico John Maynard Keynes escribía que el mundo se encontraba “en medio de la
mayor catástrofe económica” de la historia contemporánea. La Gran Depresión comenzó en 1929 en Estados Unidos, rompiendo el boom de los “felices años veinte” durante los cuales las autoridades políticas y financieras
transmitieron el mensaje de confianza, prosperidad y bienestar. La euforia consumista llevó a un fuerte
endeudamiento privado de los hogares y el auge desenfrenado de la Bolsa simbolizó el optimismo
norteamericano. Tras el crash de la bolsa de Nueva York en octubre de 1929, el pánico y la desesperación cundieron, produciendo una crisis financiera severa que se trasmitió a la economía real tanto de Estados Unidos
como del resto del mundo. El PIB real de los EEUU llegó a caer un 26,4% respecto a su nivel en 1929 y el paro
creció hasta alcanzar su cota máxima del 25,6% en mayo de 1933. En Alemania la crisis fue igualmente severa: la renta per cápita cayó más de un 50% y el paró superó el 30% de la población activa en 1930 y no se situó por
debajo del 10% hasta 1935. Los devastadores y prolongados efectos de la Gran Depresión no se limitaron a
América del Norte y Europa. En Australia, por ejemplo, el índice de paro alcanzó su punto máximo del 28,3% por
ciento en septiembre de 1931 y se mantuvo por encima del 10% hasta enero de 1937. Tal catástrofe económica
contribuyó poderosamente al estallido de la II Guerra Mundial, que se cobró más de 40 millones de vidas
humanas y cuyas secuelas duraron hasta 1991, cuando la desintegración de la Unión Soviética y sus satélites
terminó con la guerra fría. Hoy el mundo se encuentra presa de una crisis económica terrible, de dimensiones y
consecuencias que sólo encuentran paralelo en la Gran Depresión de los años treinta y cuyos orígenes, al menos
en parcialmente, se fundamentan en el desmantelamiento del sistema de regulación de los mercados
financieros que se desarrolló gracias a la experiencia de la Gran Depresión.
El objetivo de esta práctica es repasar los acontecimientos que llevaron a la Gran Depresión y analizar las similitudes y las diferencias entre ésta y la Gran Recesión que estamos padeciendo hoy en día. En ambos casos
un periodo de auge económico, caracterizado por unos niveles de gasto y endeudamiento exacerbados y por la
formación de burbujas especulativas, precedió la crisis. De hecho, la historia está repleta de ciclos confianza a
los que sigue una recesión. La “tulip mania”, uno de los primeros fenómenos especulativos de masas de los que se tiene noticia, desembocó en un gran pánico financiero y llevó a Holanda a la quiebra a finales de la década de
1630. En la Inglaterra del siglo XVIII la burbuja de la Compañía de los mares del sur (“South Sea bubble”) o crack
de 1720 se propagó a los bancos y provocó tal conmoción que el Parlamento se vio obligado a dimitir. El estallido
de una burbuja bursátil también sirvió de detonante al pánico bancario que sufrió EEUU en la década de 1890 y que sumió a la economía norteamericana en una profunda depresión.
Sin embargo, no todas las burbujas tienen tan devastadoras consecuencias económicas y/o políticas. Por
ejemplo, durante la crisis de las punto‐com al inicio del siglo XXI, el índice‐NASDAQ que recoge las cotizaciones
en bolsa de las empresas vinculadas a internet, perdió más de tres veces el valor de las pérdidas sufridas por el
mercado inmobiliario americano durante la actual crisis. No obstante, el sistema financiero apenas se vio
afectado entonces pues los propietarios de las empresas tecnológicas cuyas acciones se habían devaluado ...
Regístrate para leer el documento completo.