DIRIGENTES DEL MUNDO FUTURO LIBRO
Páginas: 9 (2029 palabras)
Publicado: 11 de mayo de 2015
CARLOS CUAUHTtMOC SÁNCH EZ
DIRIGENTES DEL MUNDO FUTURO
DESARRO LLO MÁXIMO
DE FACU LTADES
íJ
SECUESTRO DI INFANTES
El matrimonio de Xavier y Ximenl't ero rcla tivamcnle estable. En ..:1 dintel de su casa colgaron un escudo familiar que hicieron juntos, e:ntrelll..Mdo las letras equis de $U$ nombres. Se sentían orguUosos de esa colncideoc'ia.Quisieronlepra sus hijos el mismo signo y se aseguroron de ponerles nombres que lo incluyonn; a la mayor la 11•· maron Roxana y al menor Ma.x.
Ella era doctora, jefa de laboratorios tn el Ho$pita1 Primario de Oriente.A pesar de.,..,un empleo obsorbenrt, procuraba darse tiempo para convivir con su familia; no siempre lo lograba. Él era abogado fisco!. con un despacho próspero al que dedicaba diez horascada dio.
Los sábados, Ximena trabajaba med io cumo y solfa llevar con ella a su pequcilo Max, de cuatro atlos. Al sal ir del trabajo, acos· rumbraba ir de compras.
Nada le indicó que pudiera haber algún peligro aquel dia en la tien·
dll de aurMUVicio ... Traia a Max en el canito. Estaba de mal humor porque su esposo habla otganindo una cena con sus amigos.Detes- taba a la cocina el sábado en latarde a gui58< para un bato de comenS41es egoistas que sólo sabían beber y contar chistes pol i
Ximena pensó que se había bajado por su propia iniciativa. Era
muytravieso. Solf• hatetlo . Al prineipio lo buseó ton talmA :••minó serenamente pensando que, con toda seguridad, andaría curioseando por ahí. Cuando se dio cuenta de que el tiempo pasaba sin que Max apareciera, comenzó a dar zancadas amplias y a llamarlo por su nom bre. No hubo respuesta. Un presentimiento atroz comenzó a oscure cer su claridad de juicio.
"Cálmate'' se dijo. ••to vas aencontrar".
Pero no podía calmarse.Preguntó a las personas que pasaban cerca
si habían visto a un chico rubio de escasos cuatro ailos de edad; nin guna lo había visto.Trató de no dejarse llevar por el pánico .A Max le gustaba esconderse y salir riendo a carcajadas después de un rato. Se aferró a la idea de que en cualquier momento ap<'r ía detrás de algunos anaqueles. Fue a las cajas, se paró de puntas yrttir6 alrededor.
"Mientras no salga de la tienda'' reflexiortó en voz alta '"no hay problema".
Hizo un esfuet7.o sobrehumano para relajarse y acud ió a la caseta de sonido. Vocearon al pequeño. No hubo respuesta.
Entonces empezó a correr por los pasillos. gritando.Un IIMto de desesperación acompañaba sus alaridos. Toda la gent·e se enteró de que esa mujer había perdido a su hijo .Clie,ntes yempleados quisieron a ayudar.
La policía llegó. Cerraron las puertas de la tienda.
Xavier recibió el mensaje en su localizador, una hora después.
Las letras en La pantalla de cuarzo decían :..ven aJ centro comercial
frente a1sanatorio, es urgente". Fimtaba su esposa.
No pudo evitar lanzar una imprecación.Detestaba ese tipo de meo sajes. Lapalabra ''urgente't era demasiado delicada para usarse sinton ni son. Su espOsa lo sabía.¿Lo sabía? Eso significaba que en verdad era urgente . Sal.ió de la transitada avenida y tomó el puente de retor· no. Cuando llegó al supermercado encontró un gran despliegue poli· ciaco. Varios doctores y enfemteras del Hospital Primario de Orie1ue rodeaban a su compañera Ximena. Un helicóptero sobrevolaba la zona .
Xavier preguntó qué pasaba.No pudo creer lo que le...
CARLOS CUAUHTtMOC SÁNCH EZ
DIRIGENTES DEL MUNDO FUTURO
DESARRO LLO MÁXIMO
DE FACU LTADES
íJ
SECUESTRO DI INFANTES
El matrimonio de Xavier y Ximenl't ero rcla tivamcnle estable. En ..:1 dintel de su casa colgaron un escudo familiar que hicieron juntos, e:ntrelll..Mdo las letras equis de $U$ nombres. Se sentían orguUosos de esa colncideoc'ia.Quisieronlepra sus hijos el mismo signo y se aseguroron de ponerles nombres que lo incluyonn; a la mayor la 11•· maron Roxana y al menor Ma.x.
Ella era doctora, jefa de laboratorios tn el Ho$pita1 Primario de Oriente.A pesar de.,..,un empleo obsorbenrt, procuraba darse tiempo para convivir con su familia; no siempre lo lograba. Él era abogado fisco!. con un despacho próspero al que dedicaba diez horascada dio.
Los sábados, Ximena trabajaba med io cumo y solfa llevar con ella a su pequcilo Max, de cuatro atlos. Al sal ir del trabajo, acos· rumbraba ir de compras.
Nada le indicó que pudiera haber algún peligro aquel dia en la tien·
dll de aurMUVicio ... Traia a Max en el canito. Estaba de mal humor porque su esposo habla otganindo una cena con sus amigos.Detes- taba a la cocina el sábado en latarde a gui58< para un bato de comenS41es egoistas que sólo sabían beber y contar chistes pol i
Ximena pensó que se había bajado por su propia iniciativa. Era
muytravieso. Solf• hatetlo . Al prineipio lo buseó ton talmA :••minó serenamente pensando que, con toda seguridad, andaría curioseando por ahí. Cuando se dio cuenta de que el tiempo pasaba sin que Max apareciera, comenzó a dar zancadas amplias y a llamarlo por su nom bre. No hubo respuesta. Un presentimiento atroz comenzó a oscure cer su claridad de juicio.
"Cálmate'' se dijo. ••to vas aencontrar".
Pero no podía calmarse.Preguntó a las personas que pasaban cerca
si habían visto a un chico rubio de escasos cuatro ailos de edad; nin guna lo había visto.Trató de no dejarse llevar por el pánico .A Max le gustaba esconderse y salir riendo a carcajadas después de un rato. Se aferró a la idea de que en cualquier momento ap<'r ía detrás de algunos anaqueles. Fue a las cajas, se paró de puntas yrttir6 alrededor.
"Mientras no salga de la tienda'' reflexiortó en voz alta '"no hay problema".
Hizo un esfuet7.o sobrehumano para relajarse y acud ió a la caseta de sonido. Vocearon al pequeño. No hubo respuesta.
Entonces empezó a correr por los pasillos. gritando.Un IIMto de desesperación acompañaba sus alaridos. Toda la gent·e se enteró de que esa mujer había perdido a su hijo .Clie,ntes yempleados quisieron a ayudar.
La policía llegó. Cerraron las puertas de la tienda.
Xavier recibió el mensaje en su localizador, una hora después.
Las letras en La pantalla de cuarzo decían :..ven aJ centro comercial
frente a1sanatorio, es urgente". Fimtaba su esposa.
No pudo evitar lanzar una imprecación.Detestaba ese tipo de meo sajes. Lapalabra ''urgente't era demasiado delicada para usarse sinton ni son. Su espOsa lo sabía.¿Lo sabía? Eso significaba que en verdad era urgente . Sal.ió de la transitada avenida y tomó el puente de retor· no. Cuando llegó al supermercado encontró un gran despliegue poli· ciaco. Varios doctores y enfemteras del Hospital Primario de Orie1ue rodeaban a su compañera Ximena. Un helicóptero sobrevolaba la zona .
Xavier preguntó qué pasaba.No pudo creer lo que le...
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