discapacidad y sexualidad
Esteban Levin.
¿La discapacidad en sí misma podrá anular la diferencia sexual, o sea, la subjetividad?
¿Es posible que la discapacidad o el problema que el niño porte no anule la sexualidad en el Otro?
O tal vez, ¿será que a partir de la diferencia sexual como identidad subjetiva, podamos pensar la discapacidad en la infancia?Sabemos que la sexualidad no es cualquier categoría para el cuerpo, sino justamente la que le otorga identidad y diferencia. El cuerpo subjetivado se divide y diferencia por lo sexual. El problema sería cuando el cuerpo de un niño discapacitado, se clasificara y diferenciara por el síndrome o por la problemática que el niño aporta y porta.
El peligro es que ya no se lo suponga sujeto aun saber subjetivo, sino sujeto a un saber del síndrome o la discapacidad. Su cuerpo, su imagen se transformaría en representante de una discapacidad. La pregunta sobre la identidad sexual quedaría anulada por las nuevas preguntas que la discapacidad y su déficit funcional, neurológico y orgánico, acarrean.
Si se intenta anular la diferencia sexual (como si esta siniestra posibilidad fueraposible), siempre estará en juego la subjetividad.
La discapacidad en sí misma es anónimamente asexuada.
Como sabemos, la sexualidad en el recién nacido enuncia el nombre y lo nombrado más allá del órgano, incorporándose al linaje familiar a partir de la ley de alianzas, con todo el correlato edípico y cultural que la misma conlleva.
Siempre que hablamos de un sujeto es un sujetosexuado.
Cuando una madre le habla, le juega, le canta, lo interroga a un bebé, lo hace suponiéndole un saber sexuado como sujeto. Por eso le habla diferente, le canta diferente, lo toca diferente si el bebé es varón, o si el bebé es mujer.
Es siempre sexuado el saber materno acerca de ese recién venido. Si es su bebé, es porque es un nene o una nena que se torna suyo y del padre.
Setrataría de pensar cómo poetizar el cuerpo que fue o es maltratado por la discapacidad. Para habitar el cuerpo de un recién nacido, hace falta que el Otro lo poetice. ¿Qué significa poetizar el cuerpo de un bebé?
Desde el nacimiento el cuerpo es habitado por palabras, imágenes, colores, sonidos, voces, toques, ritmos, texturas, símbolos. Todos ellos justamente no son ni el órgano, ni lo carnal delcuerpo, sino que lo remiten al niño a su filiación originaria.
El bebé se habita en aquella canción de cuna que, al acunarlo lo mira acariciándolo diferente, diferencia que lo singulariza.
La fortaleza del Otro no está en la fuerza del toque, ni en la contextura muscular y tónica del tocar, sino exactamente en lo opuesto. O sea, que la fortaleza está en su “debilidad” en tanto deseo - comodeseo insatisfecho- que remite necesariamente a su propia falta y abre las puertas a la curiosidad y a la creatividad.
La caricia en ese sutil diálogo tónico entre la madre y su bebé, se sostiene en lo que hemos denominado “lo intocable del toque”(1), lo que torna a ese instante como un acto singular e irrepetible.
No hay una técnica de la caricia, como no hay una tecnología para laimagen corporal. No hay objetivo o meta ni finalidad, es del orden de la sensibilidad que habita el cuerpo.
El acariciar no es cognitivo, ni del orden de lo general.
Al decir de Lévinas: “Lo acariciado, propiamente hablando, no se toca. No es la suavidad o el calor de la mano que se da en el contacto lo que busca la caricia. Esta búsqueda de la caricia constituye su esencia, debido a que lacaricia no sabe lo que busca. Este “no saber”, este desorden fundamental le es esencial... La caricia es la espera de ese puro porvenir sin contenido.”
La caricia del diálogo tónico crea la promesa e irrealidad y el recién venido es habitado por ella. En esa intimidad nunca se acaricia un fragmento, ni un conjunto de secciones o de partes corporales, es un toque desinteresado de sí, por...
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