Disciplina positiva
Rosa FERNÁNDEZ
RESUMEN
Al destacar la competencia oral como objetivo prioritario en el aprendizaje de un idioma, consideramos que el enfoque comunicativo es el más apropiado para las clases de ELE, sean cuales sean las condiciones de aprendizaje. Para posibilitar esta metodología en cursos de enseñanzaobligatoria, donde no pocas veces hay un número mayor de 30 alumnos por aula, partimos de la base de que el trabajo en equipos que se autogestionan se hace imprescindible. Aquí, la Disciplina Positiva dota al docente de recursos que guían su actuación como mediador en la convivencia y en la prevención/solución de conflictos en las distintas situaciones de aprendizaje activo que coordina.Palabras clave: Enfoque comunicativo- Aprendizaje activo –Disciplina Positiva
INTRODUCCIÓN
Para abordar el tema de la disciplina en la Escuela, partimos de la base de que el aprendizaje significativo, activo, constructivista y cooperativo que promueven el método comunicativo y las pedagogías contemporáneas para la enseñanza de lenguas, solamente puede darse trabajando en grupo[1]. A la vez,entendemos que esta forma de trabajo es un método y no un recurso esporádico. Pero también sabemos que muchas veces renunciamos a él por miedo a los problemas de disciplina que pueden surgir, o lo que es lo mismo, a la falta de autodisciplina de los alumnos y a nuestra poca preparación para resolver problemas de convivencia en el aula.
Actualmente, la forma más frecuente de organizaciónespacial y social en la clase de español continúa siendo aquella a la que se refiere la metáfora del autobús[2], que define el aula como un espacio donde los alumnos, que son los pasajeros, están sentados de cara al profesor/a, que es el conductor, por así decirlo. En esta configuración, solo interactúan profesor y alumno y, dependiendo de la ratio, hay alumnos que pueden no participar durantesemanas o incluso meses. Ni que decir tiene que esta estructuración propicia como ninguna otra que se impartan clases magistrales y que se hagan muchos ejercicios de sistematización, lo que origina un tedio insuperable y muchos de los problemas de disciplina.
Además de por la inercia en los hábitos, optar por esta forma de distribución del aula responde a la sólida creencia subyacente de que elconjunto de medidas represoras que supone esta configuración[3] es lo único que nos permite mantener el orden de la clase, y que cualquier propuesta que pretenda abolirlas inevitablemente llevará a un caos mayor: muchos docentes ya hemos vivido esta experiencia cuando hemos querido organizar la clase en equipos de trabajo.
Este tipo de metodología, distribución del aula y concepción dedisciplina, que ha sido una forma habitual y relativamente válida a lo largo de generaciones, deja de serlo y se percibe como obsoleta e incoherente en la sociedad actual. La tendencia a la horizontalidad de las relaciones tiene, forzosamente, que verse reflejada en la Escuela, y los crecientes problemas de disciplina en el ámbito del mundo globalizado deben interpretarse, también, como un grito dejusta protesta contra una forma de relación que ya no se sostiene.
1. Dos concepciones de disciplina
Actualmente, encontramos elementos eclécticos en las teorías sobre disciplina escolar y resolución de conflictos, sin embargo todas coinciden en señalar la prevención como el primer y fundamental recurso frente a estos.
Hasta alcanzar esta visión, de rasgos eminentemente humanistas,tanto en la sociedad en general como en la Escuela –y entiéndase que una tiene, o debe tener, continuidad en la otra–, cuando se ha prestado atención a los problemas de disciplina se ha hecho desde una perspectiva terapéutica[4], también con o más o menos éxito según el caso. Encabezan esta tendencia las corrientes conductistas, que parten de la base de que el problema en sí es la conducta...
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