Discrimunacion Racual
Se hace este último señalamiento en vista a que en los últimos años muchos expertos, padres de familia y psicólogos se refieren a la televisión como una entidad con voluntad propia de encenderse en cada una de las casas. Muestra de esto es que muchas delas críticas la responsabilizan de causar agresión, violencia y de los innumerables males sociales que nos aquejan. Pero estos señalamientos, se presentan con frecuencia descontextualizados de los entornos familiares o sociales donde la televisión tiene un lugar especial. En otras palabras, hablamos de la televisión como si la televisión “nos prendiera a nosotros”. Hablamos de la televisión comosi la televisión de desplazara autónomamente al cuarto de nuestros hijos para mostrar a horas inadecuadas programas para adultos. Hablamos de la televisión y exigimos de ella aquello que muchas veces no estamos en condiciones de practicar en nuestras propias vidas. Hablamos de la televisión como quien habla de un “otro legítimo” a quien culpabilizamos por lo mal que esta el Perú.
Al fin y alcabo, la televisión no tiene la culpa de la informalidad, del caos vehicular, de las adicciones, del maltrato infantil y de las violaciones a menores. Nosotros tenemos el poder y la libertad para escoger el tipo de programa que más nos convenga o que más nos aporte en un determinado momento. Una cosa es que no nos guste un programa y otra cosa diferente es plantear censura con respecto a estos. Si nonos gusta un programa no lo veamos. Si deseamos que nuestros niños desarrollen el hábito de la lectura, entonces no les pongamos una televisión en el dormitorio. El problema no es la televisión como medio. El problema somos nosotros pues como televidentes o dueños de los aparatos debemos de hacer valer nuestra libertad con responsabilidad y nuestra autoridad como padres, maestros y orientadores.¿La TV culpable de los males del Perú?
Pero regresando al tema de la programación televisiva y su impacto vemos que no podemos otorgarle tanto peso en la conducta de nuestros alumnos e hijos. Claro está, sería ideal una programación mucho más constructiva y humana. Todos sabemos que el menú televisivo deja mucho que desear y seguramente muchos programas como el de la “abogada de los pobres”tendría que prohibirse por violar una serie de derechos y exponer a menores de edad. Sin embargo, la problemática social no estaría causada por lo que vemos en esa caja enchufada a la pared. Múltiples investigaciones tanto de laboratorio como de seguimiento han demostrado que los modelos humanos son mucho más eficientes que los modelos no humanos (televisivos).
Asimismo, se demuestra que latelevisión no siempre causa conductas de imitación o el refuerzo de actitudes negativas. Todo esto debido a que el ser humano no es un receptáculo pasivo de la realidad, sino más bien, que es capaz de confrontar esa realidad televisiva a la luz de sus circunstancias actuales. Aquí es necesario reconocer que en los niños este proceso reflexivo es aún rudimentario y por tanto algunos programas podríanllegar a confundirlos. Pero felizmente la TV no es la única vía de contacto con la realidad y por tanto su impacto debe considerar otros factores y los entornos donde los niños se despliegan. No olvidemos que también tenemos programas infantiles de gran valía que tienen como intención el proyectar mensajes positivos y la práctica de valores. Otros programas no tienen una intención formativa,...
Regístrate para leer el documento completo.