discurso 2 de abril
El conflicto por la soberanía de las islas data desde hace mucho tiempo. Desde su descubrimiento en el sigloXVII, las Islas Malvinas fueron disputadas por los países de Francia, España e Inglaterra.
Conmemoramos el “Día del Veterano y de los Caídos en la guerra en Malvinas”, y recordamos el pasado, nosólo con la esperanza de que no se repetirá, sino además, con la esperanza de evitar que la propaganda del vencedor se convierta en la historia oficial del vencido.
No hay en nuestra historia recienteuna jornada comparable a la del 2 de abril de 1982. No recordamos una vivencia tan cargada de emociones contradictorias y desconcertantes como las que experimentamos ese día –y los días que siguieron-los habitantes de este suelo.
De pronto, sin previo aviso, dos sentimientos antagónicos, enfrentados, casi imposibles de conciliar se instalaron en el ánimo de los argentinos; de un lado elinesperado florecimiento del orgullo patriótico; del otro, la angustia de saber que estábamos entrando en una guerra tenebrosa y de incierto destino. Porque la guerra fue la consecuencia, no de la voluntadnacional de recuperar un territorio irredento, sino de un acto del gobierno de entonces.
Pero hoy no corresponde hablar de aquel gobierno, sino honrar a nuestros héroes. Jóvenes de apenas 18 o 19 añosque apenas habían terminado su secundario, que estaban cumpliendo con el servicio militar obligatorio y que se encontraron repentinamente luchando cuerpo a cuerpo con soldados profesionales que lossuperaban ampliamente en armamento y capacitación, en un contexto de hambre, desprotección y de frío. Contra todo eso y contra todos debieron luchar. Y lo siguen haciendo.
A treinta y un años de...
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