Discurso 25 de mayo

En la joven generación de 1810, se ve reflejado el impulso de libertad de todos los pueblos hispanoamericanos que, iluminados por el pensamiento de los revolucionarios franceses, luchan contra laopresión de los virreyes, animados por un espléndido deseo de progreso.
Una juventud ardiente y culta pedía su lugar al sol y ensayaba su fuerzas en reuniones pacíficas, en la prensa naciente, ensociedades masónicas… Ya se presentía el anuncio de un vago porvenir, todavía oscuro y no delineado. Pero, si muy pocos entonces sabían lo que querían, todos ellos - Moreno, Vieytes, Belgrano, Castelli,Rivadavia, Pueyrredón -, sabían lo que no querían más.
Y mientras se agitaba en el vacío el embrión del ser futuro, llegaba de allá lejos, intermitente y debilitada por la distancia, la repercusión delos tronos derrumbados, de las instituciones feudales arrebatadas al viento, de un huracán terrible y fecundador, cuyos efectos se dejarían sentir en la ignorada colonia española del Atlántico.
Lospatriotas conspiran. Se reúnen secretamente. Las noticias llegadas de España encienden los ánimos: el gobierno español ha caducado. Los patriotas piden que se convoque al pueblo de Buenos Aires.Depuesto el Virrey por el ultimátum popular, entra a regir los destinos de la patria de la Primera Junta Gubernativa Provincial del Río de la Plata. La revolución sin sangre había triunfado.
La fuerzaespiritual que armó el brazo de los paladines de 1810, es el factor dinámico que luego los convirtió en apóstoles de la cultura popular.
Celebremos el bicentenario de nuestra libertad argentina yrecordemos que es digno de ella, un pueblo que en la sangre hereda la suprema vocación de las virtudes cívica y la tenacidad de sostener sus ideales a costa de todas las presiones.
Queridos alumnos, que elespíritu de mayo se mantenga firme en todos nosotros para que puedan dormir tranquilos los héroes en su eternal reposo, ya que arde en el alma de sus hijos el fuego sagrado, que ni el infortunio ni...