Discurso Alexandrino

Páginas: 18 (4379 palabras) Publicado: 3 de mayo de 2015
Discurso Alexandrino
Por Umberto Eco - Traducción de Sergio di Nucci (Revista El Malpensante, No. 52)
Umberto Eco
(Alessandria, 1932) Ensayista, novelista y profesor universitario italiano. Entre
sus últimos libros se encuentra Historia de la fealdad publicado por Lumen en
2007
Durante la reinauguración de la Biblioteca de Alejandría, cerrada por el fuego y
la desidia de los humanos hace más dedos mil años, Umberto Eco habló
sobre los libros y los modos de la memoria. A tono con las babélicas ilusiones
del nuevo siglo, pronunció su discurso en inglés.

Tenemos tres tipos de memoria. La primera es orgánica: es la memoria de carne y sangre que
administra nuestro cerebro. La segunda es mineral, y la humanidad la conoció bajo dos formas: hace
miles de años era la memoria encarnada en lastabletas de arcilla y los obeliscos -algo muy habitual en
Egipto- en los que se tallaban toda clase de escritos; sin embargo, este segundo tipo corresponde
también a la memoria electrónica de las computadoras de hoy, que está hecha de silicio. Y hemos
conocido otro tipo de memoria, la memoria vegetal, representada por los primeros papiros -también
muy habituales en Egipto- y, después, por los libros,que se hacen con papel. Permítanme soslayar el
hecho de que, en cierto momento, el pergamino de los primeros códices fuera de origen orgánico, y
que el primer papel estuviera hecho de tela y no de celulosa. Para simplificar, permítanme designar al
libro como memoria vegetal.
En el pasado, éste fue un lugar dedicado a la conservación de los libros, como lo será también en el
futuro; es y será,pues, un templo de la memoria vegetal. Durante siglos, las bibliotecas fueron la
manera más importante de guardar nuestra sabiduría colectiva. Fueron y siguen siendo una especie
de cerebro universal donde podemos recuperar lo que hemos olvidado y lo que todavía no conocemos.
Si me permiten la metáfora, una biblioteca es la mejor imitación posible de una mente divina, en la que
todo el universo se vey se comprende al mismo tiempo. Una persona capaz de almacenar en su
mente la información proporcionada por una gran biblioteca emularía, en cierta forma, a la mente de
Dios. Es decir, inventamos bibliotecas porque sabemos que carecemos de poderes divinos, pero
hacemos todo lo posible por imitarlos.
Construir, o mejor, reconstruir una de las bibliotecas más grandes del mundo puede sonar como undesafío o una provocación. A menudo, en artículos periodísticos o en artículos académicos, ciertos
autores se enfrentan con la nueva era de las computadoras y el internet, y hablan de la posible
"muerte de los libros". Sin embargo, el hecho de que los libros puedan llegar a desaparecer -como los
obeliscos o las tablas de arcilla de las civilizaciones antiguas- no sería una buena razón para suprimir las bibliotecas. Por el contrario, deben sobrevivir como museos que conservan los descubrimientos del
pasado, de la misma manera que conservamos la piedra Rosetta en un museo porque ya no estamos
acostumbrados a tallar nuestros documentos en superficies minerales.
Sin embargo, mis plegarias en favor de las bibliotecas serán un poco más optimistas. Soy de los que
todavía creen que el libroimpreso tiene futuro, y que cualquier temor respecto de su desaparición es
sólo un ejemplo más del terror milenarista que despiertan los finales de las cosas, entre ellas el
mundo.
He contestado en muchas entrevistas preguntas del tipo: "¿Los nuevos medios electrónicos volverán
obsoletos los libros? ¿Internet atenta contra la literatura? ¿La nueva civilizaciónhipertextual eliminará
la noción deautoría?". Ante semejantes interrogantes, y teniendo en cuenta el tono aprensivo con el
que se formulan, cualquiera que tenga una mente normal y bien equilibrada pensará que el
entrevistador se apaciguaría si la respuesta fuera: "No, no, tranquilos, todo está bien". Error. Si les
dijéramos que no, que ni los libros ni la literatura ni la figura del escritor van a desaparecer, los
entrevistadores...
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