discurso conmemorativo

Buenas tardes estimados presidente, ministros, senadores y público presente.
Estamos aquí en un acto de conmemoración con un sentimiento agridulce que nos llena de profunda alegría, pero a la vezde una tristeza sin igual.
Este mismo día, pero exactamente hace un año atrás comenzó a regir la famosa ley anti-discriminación, una ley la cual condena con penas agravadas a aquellos sujetos que secreen con el derecho y la autoridad de violar la dignidad de cualquier individuo o de dictaminar un punto final en su vida simplemente por no respetar la forma de vida de esta persona.
Tal fue el casode Daniel Zamudio Q.E.P.D, un joven como cualquier otro, lleno de sueños y esperanzas que se vieron interrumpidas por personas inescrupulosas y llenas de odio.
Es increíble cómo a pesar de losgrandes avances tecnológicos sigan existiendo este tipo de situaciones que solo demuestran el poco desarrollo social y la pobreza evolutiva cultural de la humanidad y esto no solo se da en nuestro país, seda aún con mayor frecuencia en países potenciales con gran evolución socio-tecnológica así como económicamente, tomando en cuenta que en muchos de estos países la discriminación es tomada como undelito y aún así siguen existiendo personas que tienen la crueldad de someter a otras a la humillación que esta conlleva.
Hoy en día ya no somos valorados por nuestras virtudes si no porcaracterísticas secundarias que no determinan nuestras cualidades como ser humano.
La verdad es que hoy no voy a culpar ni a la iglesia ni a los sectores más conservadores, no voy a inculpar ni a la política ni alos ilusos que se dejan influir por ideología obsoletas, inhumanas y terribles que promueven el odio, ni a la sociedad ni a la cultura, no voy a culpar a esos padre que al ver a su hijito reírse delcompañerito diferente prefieren callar y no decir nada, hoy reconozco mi culpa, quiero reconocer todas esas veces que callé quien soy, todas esas veces que reaccione con vergüenza de quien soy, todas...