Discurso de Balaguer

DISCURSO DELDR. JOAQUIN
BALAGUERENELOGIODE
JOSE MA. CABRAL y BAEZ
A semejanza de aquel soldado inglés, héroe anónimo
de la memorable jornada de Waterloo, que,
visitando la tumba de la heroína de Francia y no
sabiendo cómo ofrecerle la flor de un homenaje, rompió
su lanza e hizo con los dos fragmentos una cruz para Juana
de Arco, acerquémonos, señores, al sitio en que halló
definitivo reposo sucabeza de titán y caiga, sobre la
húmeda losa de su sepulcro, nuestra oración enternecida
como la mejor de todas las coronas funerarias.
Con don José María Cabral y Báez descendió al sepulcro
uno de los últimos vástagos de una estirpe de caballeros, de
una generación de paladines, grupo de hombres
excepcionales, nacidos a raíz de la Restauración, entre rayos
de epopeya y fulguraciones de espadaslibertarias, debían
tener, irrevocablemente, la vocación heroica, o debían traer,
al menos, en los labios, el resplandor de la palabra
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________________--.::.Julio Jaime Julia
anunciadora, almas de elección, influidas por el patrocinio
invisible del fundador de la República; vidas generosas que
saben, como el roble, resistir a la tempestad cuando las
amenaza con la cólera del rayo, pero queentregan, en
cambio, sus flores a la brisa cuando se acerca con un beso
de amor o con un mensaje de primavera a sus ramas;
corazones viriles, a los que sería elogio llamar bárbaros,
para singularizarlos como ejemplares de la casta, primitiva
pero heroica, de los que ejercen la soberanía patriarcal
del saber y la virtud y de los que ni ceja ni flaquean bajo su
abrumadora carga de entereza.
Don José MaríaCabral y Báez fue, señores, uno de
esos personajes singulares que resumen una generación y
encarnan una época. Desconócese cual fue, entre las
ciUdades del Sur, su ciudad genitora. Su cuna, en efecto,
aparece por primera vez mecida por las ráfagas del vivac
como flor sacudida de viento tempestuoso. Pero fue Baní,
la soleada villa arcádica que vio crecer a Máximo Gómez
sobre cascos de centauro yvio andar a Francisco Gregorio
Billini sobre pies de paloma; la que nutrió en su seno la
inquieta juventud de ese hidalgo de pura cepa castellana.
No huellan sus plantas, en el hogar paterno, alfombras
señoriales. Mas, una espada de prócer, de cuya recia
empuñadura pende un bosque entero de purpúreos laureles
cegados en las llanuras de La Canela y Santomé, galardona,
como un airón de fuego, ellegendario escudo de su casa
solariega.
Aún no ha puesto la vida en sus labios la acritud de sus
primeras hieles, cuando funda en Baní, con el nombre
"Perseverancia", la primera escuela en que se aplican, en
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Primeros escritos de----------------
Joaquín Balaguer
aquella ciudad, los nuevos métodos de la formidable
revolución pedagógica que acaudillaba el señor Hostos, y
que por aquellos días empiezaa extenderse a toda la
República, abriendo, a su paso, caminos de lumbre con picos
de alfabetos. Así 10 encuentran los últimos lustros del siglo
XIX jcultivando flores de sabiduría en canteros de aulas!
En 1887 se ciñe, en la Capital de la República, el laurel
académico. Pero desciende Billini del solio presidencial y
se inicia para el país, con Ulises Hereaux en el poder, la
sórdida era de losdoce años de naufragio inconfesable. Las
ideas liberales de don José María Cabral y Báez, como las
de Miguel Angel Garrido, Juan Vicente Flores, Alejandro
Deñó, Candelaria de la Rosa y un grupo escogido de sus
contemporáneos, se asfixian en aquella atmósfera
dictatorial, y bien pronto se le ve abandonar los cánnenes
nativos, no para ir a escribir a todas las playas, como
Deschamps, "el proceso delautócrata" sino para arrastrar
en su propia patria, como Arístides, la tienda del proscrito.
Santiago es, entre cien, la ciudad elegida. Tal vez pensó que
en esta ciudad, que hacía apenas unos cuantos lustros había
ardido por los cuatro costados en un másculo arrebato de
renunciación, quedaban todavía, entre los escombros, restos
de carbones no extinguidos donde podían venir a encender
sus...