Discurso de grados
Este es uno de los momentos más satisfactorios para quienes hemos escogido por vocación y profesión la hermosa labor de educar. Ser testigos del crecimiento de un serhumano, poder contemplar con asombro las maravillas de Dios hechas presente en cada persona, en cada uno de los niños que se nos confía para ser educados, ver la singularidad de cada uno, poder comprobarque Dios en su infinita sabiduría nunca se repite en la creación de sus hijos, agradezco al Señor este especial privilegio y pido para que los maestros nunca nos cansemos de ver en cada estudiante aun ser único e irrepetible.
Los jóvenes que hoy se gradúan llevan grabados en sus mentes y en sus corazones las experiencias vividas a lo largo de todo su proceso educativo, a cada uno de sus amigos,a sus maestros, los momentos agradables, las anécdotas, en fin toda su vida con nosotros. Deseo que también permanezcan y den fruto las semillas que plantamos, dense el permiso y esfuércense porseguir siempre cosechando frutos de cada vez mejor calidad. Unas veces ese fruto será del cincuenta, otras del setenta y cinco, otras del ciento por ciento y mucho más. Quisiera invitarlos a seguir siendosabios en la aceptación de esa semilla que ya ha crecido y seguirá creciendo en sus vidas.
Cultivar valores significa sembrar, para que en el silencio del tiempo esa semilla, aunque oculta aparezcaen el momento de la incertidumbre, de los placeres de la vida, de la tentación del poder y de la riqueza injusta, y dé frutos que produzcan una recta conciencia, una fe firme y un honesto actuar.Permítanme compartir con ustedes la última de mis enseñanzas a través de esta sencilla narración: Hu Song, filósofo del oriente contó a sus discípulos la siguiente historia: Varios hombres habían...
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