discurso de graduación posgrado

¿Qué país nos espera?

Las alas que la academia hoy nos da, son breves relatos de un ícaro que espera apenas empezar a volar. Tal como el sueño que supera el anhelo de conocer el final de la historia que nos reflejó Scheherezada, en los cuentos de las mil y una noches, en donde un rey postergó su poder sobre la vida de una mujer que se mantuvo viva por el simple hecho de conocer el final deuna historia tras otra. En un país, de realismo mágico, en el que campesinos prenden hogueras con billetes de dólares supuestamente falsos, mientras en Broadway, se decide el futuro teatral de un mundo globalizado. Es en ese país, en el que nos graduamos hoy. Un territorio del sagrado corazón en donde confluyen las mafias y la poesía, el gobierno y los estudiantes, los jefes y los holgazanes. Enun país, en donde hablar de la crisis es redundante y en donde la mejor postura política es creer lo que miles y millones creen, lo que los medios que “todo lo saben” nos dicen. Esos mismos medios que declaran fehacientemente una Colombia que no existe, frente a otra Colombia sub-real de calles y fronteras invisibles que cobran vidas jóvenes diariamente. En este país a donde los tsunamis no llegany a donde el mercado del consumo impulsivo y desmedido no lo motiva el terror… ¿o sí? … En este Caribe macondiano, repleto de Aurelianos Buen día o de crónicas que publicitan muertes ya anunciadas, nos encontramos con los amigos de siempre, amigos de academia y amigos casi de familia o familiares casi amigos de nuestros amigos. Aquí estamos, en un fantástico país en el que la mansedumbre de sugente se convierte en un perfecto balance entre ser honestamente amables o beligerantemente violentos, gracias a esa increíble inocencia que raya en el olvido inmediato de todo aquello que nos causó dolor; a lo mejor, es precisamente a eso a lo que le apuntan los violentos de la última época… a que nos olvidemos de todos los surcos de dolores. En este país en donde está prohibido olvidar, estamoshoy, en el hermoso escenario de haber escudriñado los límites del saber de todos, es decir, de las riveras de lo público. Resulta increíble que en tan solo una noche nos maravillemos con nuestro nombre y apellidos pronunciados en voz alta en un asomo de homenaje individual que reconoce como nunca un esfuerzo que siempre fue colectivo. Cuántas mañanas, tardes y noches, dedicadas a conocernos enmedio de una charla inagotable del Estado y de la gerencia de los bienes de todos, cuántos exámenes y pruebas superadas demostrando que entendimos el perfecto equilibrio entre lo que fuimos y lo que seremos, entre lo que la Ley nos manda y lo que hay que hacer en este largo camino de administrar el bien-estar de los ciudadanos que se dicen llamar colombianos. El primer resultado de todo ello, será,en primer lugar, nunca olvidar, y hacer hasta lo imposible para que nadie olvide; el segundo, y no menos importante, será, el de hacer hasta lo imposible para que tanta teoría se vuelva práctica y tanta práctica no nos impida aprender cada día lo necesario para poner siempre al alcance de las manos de los colombianos un futuro mejor, o por lo menos, un tanto más feliz. ¿Ese es el país que nosespera? ¿Es tan cruel y despiadada la realidad que nos absorta? Una tarea posiblemente aprendida podría ser que no todo está mal, el simple hecho de encontrarnos en este lugar común es un apunte de eso, no todo está mal, ésta noche hay un cúmulo de almas dispuestas a encarar la realidad con un asomo de ternura y diciendo: ¡No! ¡No todo está mal! ¡Estamos aquí! Todos y cada uno de nosotros hemosdedicado minutos, horas, días y noches, semanas y meses al país; porque, educarse suele ser menos heroico que gobernar, pero si pensamos tan solo por un minuto que para gobernar bien, o por lo menos con justeza, es indispensable educarse, estaremos reconociendo los rasgos de Quijotes que todos tenemos esta noche luciendo una toga, de la mano de nuestros seres más queridos. Y no podría ser de otro...