Discurso de la amistad
Dice el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluyeel de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Sinembargo, la red de redes ha resultado ser mala conductora para la libertad de expresión, pues aquí las libertades desembocan a menudo en la lubricidad, el liberticidio o el divertimento malsano. Comoreza la canción, sangro, lucho, pervivo, para la libertad y, con esto, podríamos quitar la razón al sabio que afirmó: “tal es la naturaleza del hombre, que si pones ante él un mundo sin normas, sinleyes y sin castigo, lo destrozará para luego destrozarse a sí mismo”.
Durante el tiempo que paseé por aquí, mis oídos se extenuaron de tanto escuchar a aquellos que, por juventud y buen vivir,nunca conocieron la censura y, sin embargo, acusaron de censores a quienes limpiaron su casa de palabras insultantes y mezquinas. A estos jóvenes, que entienden que escribir consiste en que la eme conla a es “ma” y para los que la “h” es esa gran desconocida, quiero decirles: No olvidéis que nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás, y que no tolerar comentarios denigrantes referidos auno mismo no es censura, sino defensa del honor propio.
Mis ojos se cansaron, en este tiempo, de ver erigirse en jueces y críticos liberticidas a seres ínfimos, carentes del juicio suficiente ydel autocontrol, básicos en cualquier otro ser humano cuerdo para encauzar su propia vida. A estos críticos de oropel, que se orgasman de placer ante un poder majestuoso, otorgado por la inmunidad quenos da a todos la expresión sin leyes, quiero decirles: Opinar no es utilizar como arma arrojadiza ese bien preciado que es la libertad, ni evaluar consiste en masacrar sistemáticamente cualquier...
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