Discurso de nobel de la paz

NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO Y EN LA HISTORIA
 
Óscar Arias Sánchez
Ciclo de Conferencias de Alto Nivel
Escuela de Relaciones Internacionales
Universidad Latina
20 de octubre de 2010
 
Amigas y amigos:
 
            En muchas narraciones épicas, sean religiosas o literarias, hay un momento decisivo en el que el héroe de la historia, el protagonista de la leyenda, debe alejarse de sutierra como consecuencia de un castigo que le ha sido impuesto, una prueba a la que se debe someter, o un viaje que decide emprender. Moisés es expulsado de Egipto y pasa varios años en el desierto. Jesús debe resistir una de sus tentaciones viendo todos los reinos del mundo desde lo alto de un monte. Buda emprende una larga travesía al final de la cual encuentra el árbol donde obtiene la iluminación.Mahoma recibe sus primeras revelaciones en una cueva en las afueras de La Meca. Y lo mismo sucede con Odiseo y su viaje de 10 años para llegar a Ítaca, o con Rama y sus 14 años de exilio en un bosque indio, o con El Quijote y sus salidas en compañía de Sancho Panza. En cada uno de estos cambios de escenario, el protagonista adquiere un elemento indispensable para la transformación de la realidaden que vive: perspectiva.
            En la vida, y particularmente en la política, es muy difícil mantener la perspectiva. Aunque resulte paradójico, a veces es necesario salir del centro de nuestra propia historia para entenderla en toda su extensión. A veces es necesario un cambio de labores y de escenario para ver más allá de las tareas del ajetreo diario, y ningún lugar parece másapropiado para ello que una universidad: un centro de pensamiento dedicado exclusivamente al estudio y a la reflexión. Por esa razón, agradezco profundamente la invitación de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Latina de permitirme inaugurar el Ciclo de Conferencias de Alto Nivel, y de tener la oportunidad de poner en perspectiva, junto a sus estudiantes, el futuro de AméricaLatina y de Costa Rica en un mundo que se ha venido transformando rápida y radicalmente. Hoy quiero que conversemos sobre las decisiones que nuestra región debe tomar y poner en marcha si queremos disfrutar de un mayor desarrollo.
            Hablar de América Latina es hablar de la prima loca de la familia humana. Es hablar de esa región que, como alguien dijo alguna vez, haría de Kafka uncostumbrista. No hay en el mundo una franja de tierra más llena de prodigios y de contradicciones. No hay en el mundo una esquina en donde convivan, en tanto desorden, escritores universales y campesinos analfabetas, políticos estadistas y dictadores militares, maravillosos periodistas y frívolos gacetilleros, charlatanes ricos e intelectuales pobres, almas puritanas y fiesteros irredimibles. Nacimos enel centro de una copa que decanta los mejores y los peores néctares de nuestra especie. Eso nos hace propensos al absurdo, pero también nos hace sensibles al milagro: porque América Latina es infinitamente diversa, sus posibilidades son también infinitas.
Estoy convencido de que América Latina tiene todo para dejar de ser el objeto de la broma cruel que nos persigue desde hace ya variascenturias, aquella broma que nos dice que somos el continente del mañana… y siempre lo seremos. Que somos el patio trasero de alguien más y no un jardín único de grandes ideas y maravillosas oportunidades. América Latina puede encontrarse con su futuro, pero antes debe tomar decisiones y ejecutarlas. Los latinoamericanos debemos decidir si continuamos persiguiendo utopías y responsabilizamos a los demásde nuestras desventuras, o si, por el contrario, admitimos que nuestro destino depende de lo que hagamos hoy para crear sociedades más productivas, más educadas, más justas, más dedicadas a construir instituciones sólidas que a escuchar el verbo encendido de sus demagogos de turno. Debemos decidir si la inédita aventura democrática que emprendió la región en las últimas tres décadas será sólo un...