Discurso del muy poderoso gran comendador
HONORABLES MIEMBROS DEL PRESIDIUM, REPRESENTANTES DE LAS ORGANIZACIONES Y ASOCIACIONES PROGRESISTAS DE MÉXICODAMAS Y CABALLEROS CIUDADANOS DISTINGUIDOS DE LA REPUBLICA, TODOS:
Con el equinoccio de primavera, conmemoramos los mexicanos en esta fecha, el natalicio de Don Benito Juárez. Recordamos al héroe “encuyas sienes el sol grabó su cuño”, como decía el poeta Carlos Pellicer. Rendimos homenaje al más grande estadista que haya nacido en México, convertido por sus virtudes en ejemplo universal del pensamiento, la palabra y la praxis progresistas.
Evocar y honrar la figura del Gran Juárez, a doscientos cuatro años de su nacimiento, es un acto republicano de admiración y reconocimiento del pueblo deMéxico a un hombre excepcional, sin duda, el Gran Maestro Constructor del Estado moderno, del Estado laico, en nuestro país.
Es ésta una conmemoración de enorme relevancia histórica, pues en este año celebra la Nación, además del Bicentenario del inicio de la insurgencia por la independencia y el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana, el Sesquicentenario del Triunfo de la Reforma, elmovimiento histórico del país, liberador de la conciencia de los mexicanos y modelo para los hombres y los pueblos del mundo.
Concurrimos a este solemne acto cívico, porque guardamos viva en la memoria la gran epopeya de Juárez y su generación.
Venimos a recordar un pasado que nos enorgullece, forjado en la fragua de la lucha contra el oscurantismo y el retroceso; y venimos también, a refrendarnuestra filosofía progresista ante este monumento levantado a la memoria del Benemérito de la Patria, del Benemérito de las Américas.
Del pensamiento, la palabra y el actuar de Juárez, de su valor, lealtad, patriotismo y convicción reformadora, se ha nutrido la vocación progresista del pueblo de México.
Benito Juárez siempre será para nosotros el paradigma del patriotismo; de la honradez,la dignidad y el decoro de la República. Siempre será nuestra inspiración por su carácter indomable, por su valor y su talento.
Juárez seguirá siendo el gran símbolo de la ideología del progreso para combatir a la reacción y al conservadurismo, enemigos históricos de la República. Juárez será, en la mente de las nuevas generaciones de mexicanos, conductor y guía en la lucha por la libertad, laigualdad y la justicia.
Por ello, que trágico, irracional y antihistórico resulta que desde las más altas esferas del gobierno, se pretenda relegar la celebración cívica más importante en este año, la del Sesquicentenario del Triunfo de la Reforma, que significa, ni más ni menos, la conmemoración de los ciento cincuenta años que hemos vivido los mexicanos en un Estado Moderno, secularizado ydesclericalizado, es decir, en un Estado Laico.
De la mayor trascendencia resulta para la vida institucional de México celebrar en este año el triunfo de la Reforma, ocurrido cuando el ejército del gobierno constitucional, al mando del Gral. Jesús González Ortega, derrotó a las huestes golpistas del conservador Miguel Miramón, en Calpulalpan, el 22 de diciembre de 1860, recibiendo el PresidenteJuárez, en la Ciudad y Puerto de Veracruz, dos días después, el comunicado de lo ocurrido.
Pero digámoslo fuerte y claro: la Reforma no solo fue una guerra civil para separar Estado e iglesia; si solo ese fuera el significado histórico de la Reforma, no habría mucho que celebrar. La Reforma, en una visión amplia de nuestra historia, fue el punto de quiebre del modelo heredado de la coloniaespañola, que mantuvo por más de tres siglos a la religión y al clero como instrumentos de control social para la explotación económica y la dominación política, al servicio de una clase.
Por esa razón, a los herederos de los conservadores, actualmente agazapados en el gobierno de la República, les ha resultado impensable celebrar el Sesquicentenario del Triunfo de la Reforma; pero, además porque...
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