DISCURSO DEL REY GEORGE. DECLARACIÓN DE GUERRA A LA ALEMANIA NAZI
Por segunda vez en la vida de la mayoría de nosotros estamos en guerra. Una y otra vez hemos tratado deencontrar una salida pacífica de las diferencias, entre nosotros y los que ahora son nuestros enemigos. Pero ha sido en vano. Nos han forzado a un conflicto. Hemos sido llamados, con nuestros aliados,para afrontar el desafío de un principio que, si tuviera que prevalecer, sería fatal para cualquier orden civilizado en el mundo.
Es el principio que permite a un Estado, la búsqueda egoísta del poder;el hacer caso omiso de los tratados y sus solemnes promesas y que consiente el uso de la fuerza o la amenaza de la fuerza, contra la soberanía y la independencia de otros estados.
Este principio,despojado de su mascara, es sin duda la simple doctrina primitiva que dice que la fuerza es el derecho, y si llegara a instaurarse en todo el mundo, la libertad de nuestro propio país y de la totalidaddel Commonweal de Naciones estaría en peligro. Pero mucho más que esto - los pueblos del mundo serían sostenidos en la esclavitud del miedo, y todas las esperanzas de paz que nos formáramos y deseguridad de la justicia y la libertad entre las naciones estarían acabados.
Esta es la última cuestión que nos enfrenta. Por todo el bien de lo que nos es querido, y del orden y la paz mundial, esimpensable que nosotros nos neguemos a cumplir este desafío.
Es por este alto objetivo que ahora llamo a mi pueblo en sus hogares y a los que están en ultramar mares, para que hagan propia nuestra causa. Lespido que se mantengan firmes, en calma y unidos en este tiempo de prueba. La tarea será difícil.
Pueden haber días oscuros por delante, y la guerra ya no se limitará al campo de batalla. Pero sólo...
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