discurso Peron 1950
En primer término, les agradezco la amabilidad que han tenido de llegar a esta casa para brindarme la inmensa satisfacción, por lo menos de vez en cuando, de estrecharles la mano.
Dentro de nuestromovimiento, señores, es indudable que, en vía de realizaciones, nosotros hemos seguido métodos más o menos reales en la organización, pero nos hemos ocupado muy poco, hasta ahora, de la divulgación de nuestra doctrina de una manera analítica.
Y o siempre pienso que estas reformas necesitan de dos clases de hombres: de los hombres de acción, que son los que las realizan, y de los hombres deconcepción, que son los que las explican y las divulgan. A su vez, la combinación de esas dos clases de hombres da origen a otros tantos métodos, que son: el ideal y el real.
Cuando recorro mi biblioteca, en la que tengo más de veinte tomos de la enciclopedia francesa, pienso en la maravillosa tarea que tuvieron que emprender los hombres que prepararon la revolución francesa, los que no previeron que seles aparecería Napoleón de por medio y que le devolvería al imperio todas las ideas explicadas en la enciclopedia. Pero en nuestro movimiento ocurrió lo contrario; nosotros teníamos sólo hombres empíricos; nadie había explicado ni tomado la concepción de la revolución, y por eso empezarnos a andar a tumbos tan pronto como nos hicimos cargo del gobierno.
Yo, profundamente revolucionario, pensabaen una serie de reformas y fui el primer enemigo del gobierno de la revolución, a pesar de formar parte de él. Es decir, yo en realidad no estaba en contra. Nuestra revolución podría haber llevado a todas nuestras revoluciones al diablo, como decimos nosotros, porque sin una concepción, sin una idea que rija la actividad revolucionaria, las revoluciones ·fracasan irremisiblemente. El sistema queyo he seguido en esto -y digo yo, porque en realidad fui quien encarnó una idea racional del movimiento, fue el de ir haciendo las cosas y explicarlas después. E hicimos esto porque necesitábamos mucho tiempo para concebir, planificar, organizar y después hacer. Se tarda demasiado tiempo, y los acontecimientos marchan a paso acelerado. Eso nos llevó a nosotros a decir que la concepción queteníamos sobre un movimiento y sus reformas era primordialmente, hacer esas reformas y, posteriormente, explicarlas, como decía Alejandro el Grande: ''Yo ocupo el terreno; mis abogados después dirán por qué".
Necesitamos conductores y predicadores
En esta revolución hay que hacer un poco así: primero, ir, y, después ya vamos a ver los medios que van a explicar, porque lo primero que tenemos quehacer es presentar el hecho, realizar la tarea y, posteriormente, consolidarla. Para el primer momento necesitamos conductores; hombres de acción; para la segunda tarea se necesitan predicadores, para la consolidación, para convencer por la persuasión. Por eso he sido más bien partidario de un método real: realizar. Ahora, después explico cuál fue la idea que llevó a esa realización. Para demostrarnecesitamos un gran número de predicadores. Después de hechas las cosas se encontrarán muchas razones, siempre que hayan salido bien. Y hasta ahora vamos bien. Es como ese hombre que se cae de un décimo segundo piso y al pasar por el tercero le preguntan cómo va, y dice: "Hasta aquí muy bien".
Pero el punto de partida de nuestra concepción realizadora fue ese y se explica con la simplicidad conque se explican siempre las cosas simples que son las que se hacen; las complicadas son las que no se hacen.
En este sentido hay una concepción de la doctrina y estamos en eso trabajando. Es por eso que me felicito de estar en presencia de todos los señores, porque nosotros hemos lanzado ya, hace tiempo, la idea de la necesidad de ir predicando, de ir predicando nuestra doctrina, que ha...
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