DISCURSO POL
David Pujante
Universidad de Valladolid
El marco teórico actual de los estudios sobre el discurso. El lugar de la retórica.
En estos últimos años nos estamos encontrando, por parte de los estudiosos de cualquiera de las manifestaciones del lenguaje (desde las variedades estándar a las más sofisticadas construccionespoéticas), con la renuncia casi generalizada a enunciar teorías que globalicen estos fenómenos. Posiblemente el exceso formalista del siglo, especialmente poderoso al comienzo de cada una de sus dos cincuentenas (formalismo y neoformalismo), y el (al parecer de muchos) escaso provecho de su balance final han inducido a un alejamiento temeroso de cualquier explicación de tipo general. Han sido tiemposde "pensamiento débil" en Europa y su reflejo en la América anglosajona se ha dejado notar a través del magisterio de ciertos intelectuales de pensamiento relativista, trasvasados con éxito al otro lado del Atlántico, como es el notable caso de Derrida. Este ámbito americano en realidad había sido ajeno a la tradición del pensamiento teórico y personalidades como la de Chomsky (que surge a finalesde los años 50; las Estructuras sintácticas son de 1957) resultaban sin duda algo singular frente a la habitual postura del estudio empirista, en la línea de Sapir o de Bloomfield.
La continuación europea de la línea chomskiana, a partir no del propio Chomsky sino del punto de arranque de algunos de sus continuadores y discípulos americanos, la representó la conocida Lingüística textual, quefrente a la tradición sentencial tomó como unidad de estudio el texto, delimitado y definido por la coherencia textual, manifiesta formalmente en una serie de mecanismos lingüísticos de cohesión. El grado de formalización logrado por esta teoría del texto nos lo muestran los estudios de Teun van Dijk y J. S. Petöfi (Dijk, 1972; Petöfi, 1975). Esta línea configura de manera especial la historia departe de la más reciente teoría literaria en España, debido a las aportaciones que a la teoría textual y a la teoría crítico-literaria textual han hecho dos teóricos españoles todavía en activo, Antonio García Berrio (García Berrio, 1977: 119 ss.; Petöfi-García Berrio, 1979) y Tomás Albaladejo Mayordomo (Albaladejo Mayordomo, 1981, 1982). Han sido estos mismos profesores los que han mostrado(dentro del marco de las teorías del texto), uniéndose a las reflexiones al respecto del propio van Dijk (Dijk, 1983: 109-140), la capital importancia de la antigua teoría retórica como venero de una actual teoría del discurso (García Berrio, 1984; Albaladejo Mayordomo, 1989). Ninguno de ellos propone una exhumación de la vieja teoría retórica, reimplantándola simple y directamente, ni siquiera unacomplementación y perfeccionamiento (en la línea practicada por el Grupo (Grupo , 1977 y 1987)), sino una reinterpretación actualizada de los aspectos todavía valorables de la misma, una íntima colaboración entre retórica y poética lingüística como vía para la constitución de una retórica general viable (García Berrio, 1984: 14, 23 ss.). Cuando en el año 84 escribe García Berrio sus reflexionessobre los posibles diversos modos o niveles de colaboración de los inventarios retóricos y las disciplinas de investigación textual-literaria, ya está en plena crisis la formalización de las ciencias humanas; pero incluso en plena crisis, consciente como es del hecho, afirma García Berrio que "no puede dudarse de la eficacia con que la Poética formal ha cubierto los objetivos que ha abordado [...]La clave fundamental a mi juicio de esa eficacia reside sigue diciendo García Berrio en la profundización de la Lingüística [...] en la naturaleza formal del lenguaje, y en su capacidad de articularlo, a diferencia de la Retórica y la Gramática clásicas, en un entendimiento general" (García Berrio, 1984: 24).
Pero los finales años noventa poco tienen que ver con pasados años de confianza en...
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