Discurso Sobre Los Pueblos Indigenas
Que la fe reboce su sublime espíritu,
Que la razón guie a su vida,
Y que el respeto y la igualdad, sean la esperanza para el hombre.Desde mi corazón, y mi palabra para ustedes.
Honorables miembros del jurado calificador,
Hermanos latinoamericanos, portadores de la palabra,
Venerable consejo de ancianos del gran señorío deXaltocan,
Amigos todos.
Quetzalcóatl vio nacer, un millón quinientos mil niños indígenas en México, diecisiete millones de niños indígenas en América Latina, para que se convirtieran en los tlatoanis denuestra patria y luchen en el futuro. Que reivindiquen calpullis, que hagan enverdecer los montes y escuchen cantar al cenzontle.
Cuando leemos letras de hojas que se convierten en libros, podemosentender que los derechos son la parte inalienable del ser humano que ha nacido bajo el vuelo del quetzal, que grita en el Machu Picchu, corre entre la selva del amazonas y sus ecos retumban en lascordilleras de los andes.
La supervivencia se ha convertido en el sueño permanente de los niños de nuestra raza y el flagelo que arrastra nuestra sociedad para los que se convertirán en jóvenes y buscaranlas oportunidades que América Latina, espera en los siglos de las luces.
Los rostros de la necesidad rompen los sueños del futuro, los ojos que acusan el derecho a vivir con dignidad, algo que jamáshan podido vivir, pero que su espíritu les invoca, como a los guerreros de Tlacaelel.
El hambre de saber, saber que mañana se despertaran con comida en su estómago, con agua para lavar sus manos, yun presente que les otorgue el derecho de llamar a su niñez, que al contraste de la realidad, sus amaneceres se miran con las manos llagadas para pisar el surco, pedir limosna y sobajar su dignidad porsolo tener el estigma de su indigenismo.
Cuando un menor se siente dividido en dos clases de niñez, en los que nacen con todas las oportunidades y los que tienen que trabajar para poder comer. Los...
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